21

411 62 18
                                    

Namjoon fue a verlos al día siguiente. Al menos Seokjin se lo encontró en los pasillos; Namjoon llevaba un gran ramo de margaritas con un girasol al medio. Los celos empezaron a recorrer su cuerpo, y no justamente porque no confiara en Namjoon, sino por qué no podía ser él al tener ese mínimo detalle con su esposo.

"Puedes dárselo tú" Namjoon parecía leerle la mente, que con la amabilidad que le precedía le tendió el ramo. "De todos modos, si se los doy yo puede tirarlos o dejar que se marchiten."

Al adentrarse en el departamento, ambos doctores observaron cómo Yoongi preparaba el desayuno con la mirada aún triste. Aun así era un alivio para ambos que Yoongi estuviera mostrando señales de mejoría como el simple hecho de que ya no estuviera todo el día en cama, sin ganas de comer ni siquiera mirarlos a la cara.

"Gracias" Yoongi sonrió un poco al abrazar el ramo de flores, y no se detiene en buscar un gran frasco donde ponerlas para que no se marchiten. "Están muy bonitas."

Seokjin se sintió un poco mal, pero no tuvo tiempo de pensar en nada cuando tuvo que entregarle algunos papeles a Namjoon. Mientras Yoongi no estuviera presente, Namjoon le informó que solo cuando el señor Choi cumpliera diez años y solicitara su libertad condicional solo entonces podrían reabrir el caso. Namjoon parecía realmente decepcionado, parecía tan deseoso de vengarse de alguna forma.

"¿En serio no sospechaste nada cuando Yoongi te entregó el dinero?" preguntó Namjoon, aun confundido.

"No. Fue bastante convincente cuando me dijo que un amigo se lo prestó. Además, el estudio me mantenía muy ocupado para indagar más o siquiera conocer al amigo que supuestamente le prestó el dinero."

"En parte soy culpable también" dijo Namjoon dejando salir un suspiro "No me di cuenta que Yoongi estaba deprimiéndose. No puedo juzgar tu relación de antes porque no estaba muy presente, ahora tampoco puedo hacerlo cuando ni yo pude ver lo que estaba pasando."

Cuando Namjoon se fue, Seokjin no pudo soportar ver cómo Yoongi no dejaba de ver las flores, acariciando con cuidado sus pétalos. Yoongi en ese momento tenía una falsa felicidad por su culpa y no dudó en decirle la verdad.

"En realidad, fue Namjoon quien te trajo las flores".

Yoongi no pareció inmutarse ante tal confesión porque siguió acariciándolas, después de unos segundos pronunció con un rencor bien disfrazado en sus palabras.

"Lo sé. Tú nunca me has regalado flores ni cuando estuve en el hospital".

"Yoongi..."

"Ven, vamos a desayunar." Yoongi se puso de pie, le tomó de una mano para llevarlo al pequeño comedor que tenían.

Yoongi sirvió el desayuno de Seokjin, como normalmente solía hacerlo. También puso un poco para él mismo, y se sentó para desayunar pero no metió un solo bocado. En su lugar, Yoongi tomó aire dos veces, como si se preparara para lo que iba a decir. Seokjin no sabía cómo actuar, de pronto Yoongi parecía perderse o cambiar de actitud.

"¿Me estás engañando con alguien, sexual o románticamente?" preguntó Yoongi mirándolo a los ojos. Seokjin podía ver en los pequeños ojos de Yoongi tanta tristeza como también enojo.

"No." Contestó, quedamente.

"¿Cómo puedo creerte?"

"El hospital tiene cámaras. El registro de mis llegadas y salidas... puedes revisar las horas" dijo Seokjin, empezando a comprender que Yoongi estaba reviviendo la anterior mañana.

"Conoces el hospital mejor que nadie, tal vez sí sabes cómo escabullirte con alguna enfermera" Seokjin advirtió cómo el labio inferior de Yoongi empezaba a temblar.

"No, no. Jamás te traicionaría. Tengo estudiantes a mi cargo medio tiempo, el otro medio tiempo atiendo pacientes, las horas extras son en urgencias. El poco tiempo que tengo lo uso para almorzar contigo, desayunar o dormir aquí..."

Entonces Yoongi empezó a sollozar, sin cubrirse el rostro. Seokjin pestañeó varias veces para no deshacerse también después de que Yoongi dijera entrecortadamente por el llanto:

"¿Tan difícil era contestarme así el anterior día? Pero tenías que levantarme la mano"

"De verdad lo siento tanto". Se disculpó tristemente, aclarándose la garganta al escuchar su propia voz quebrándose.

"Quiero que ahora me pegues" le pide Yoongi, levantando más su rostro.

Con voz ahogada, Seokjin le dice que no sintiendo todo su cuerpo debilitarse.

Yoongi negó mirándolo con enojo. Se puso de pie y corrió al estudio de Seokjin, y no tardó un solo segundo en tirar las cosas al piso. Empezó con los libros, dejando que varias hojas cayeran de algunos, también tomó la estatuilla de un búho que Yoongi le había comprado, siendo hecho añicos en el piso. Cuando Seokjin lo tomó de la cintura para detenerlo, Yoongi pataleó mientras gritaba que lo golpeara, logrando liberarse del agarre.

"¡Pégame! ¡Que me pegues maldita sea!"

Fue al escritorio de Seokjin y como presa de la rabia empezó a destrozar todo, incluso tomó el monitor de la computadora que usaba Seokjin en casa y sin reparo lo tiró al piso.

"Me sacrifiqué por ti, ¡Regalé mi cuerpo por ti! Y te atreviste a levantarme la mano." Gritó Yoongi, y lo empujó dos veces. "Gracias a mí puedes comprar cosas lujosas. Todo lo que ves es gracias a mí" lloró, dejando de tirar cosas "trabajé hasta que me rompiera la espalda... lo hice por amor y también por culpa. ¿Olvidaste todo lo que hice por ti? Por ti... no me quejé de nada, no te exigí nada, solo te pedía un poco de tu tiempo..." con respiración temblorosa por el llanto se acercó a Seokjin "Ya no sé qué siento por ti, pero quiero que sepas que me has decepcionado como esposo."

Seokjin dejó salir un quejido lastimero una vez se encontró solo en el estudio. Se limpió las lágrimas en silencio sin saber qué hacer. Él siempre tuvo en mente lo que Yoongi le dijo. No había día que olvidara el sacrificio de Yoongi. Seokjin era el que realmente sentía tanta vergüenza al estar con Yoongi, tal vez por eso, inconscientemente, se había alejado de él mientras intentaba de alguna forma recompensarle por todo lo que hizo por él.

Todo fue en vano. Solo había conseguido lastimarlo más. Ahora que Yoongi se lo había dicho en voz alta, se preguntó cómo había dejado que un chico tan joven como Yoongi dejara de lado sus sueños, sus estudios y a su familia. Buscó su maletín, tomó su portátil y empezó a buscar archivos, sorbiendo por su nariz, no dudó un segundo en imprimir un documento. Si Yoongi había abandonado todo por él, Seokjin también podía hacerlo; Yoongi lo necesitaba, necesitaba de su apoyo. Tomó un lapicero, firmó y envió por fax su carta de renuncia al proyecto y una baja definitiva del hospital.

En el transcurso del día, Yoongi se mantuvo en silencio, ignorándolo hasta que llegó la noche. Le dio su medicina, y cuando se acostaron en la cama, Yoongi se dio la vuelta para estar frente a frente. A pesar de la oscuridad, podía sentir la mirada profunda de Yoongi.

"Ese día" Dijo Yoongi, apegándose más al cuerpo de Seokjin hasta rodearlo con una mano su cintura, "si me hubieras golpeado, no habrías vuelto a verme. No importaba cómo ni dónde, yo te habría dejado. Aunque sufriera estas crisis no habría puesto un pie en este lugar... jamás te habría perdonado, Jinie. Solo quería que lo supieras. Buenas noches."

One Misstep [Jinsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora