CAPITULO 13

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Siempre me dijeron que soy ansioso, que no paro un minuto, que no puedo dejar mis manos quietas, en especial si estoy nervioso, y eso es lo que me está sucediendo ahora. Camila está por venir y yo no puedo más, la extrañe mucho, extrañe su olor tan fresco, extrañe sus besos tan dulces como el chocolate, extrañe su cuerpo tan maravilloso, y mientras la espero llegar estoy caminado por las paredes.

Me costó mucho darme cuenta que ella era mi mujer, que con ella quiero estar toda la vida. Sé que pasaron grandes amores y otros que quedan en el olvido, pero Camila rompió todas las murallas que había puesto en mi corazón, yo no creía en el amor a primera vista y ella me deslumbro desde aquel día que la vi en la playa y más me gusto porque no sabía quién era yo y todo lo que es ser CAN YAMAN. Ella solo vio mi corazón, solo me vio como hombre y cuando supo quién era, trato de alejarse y yo no quise que se aleje, porque mi corazón pedía a gritos por ella.

Fueron 6 meses de espera, 6 meses de charlas, donde no queríamos cortar, pero teníamos que hacerlo porque nuestros trabajos demandaban tiempo y concentración. Sé que mi trabajo me lleva a desafíos absolutos y esta serie era un desafío en mi vida. Camila comprendió todo lo que me estaba pasando y ahí me di cuenta que no quiera que se vaya de mi vida, que me había enamorado y que iba a enfrentar a todos por nuestro amor.

Roberto estaba al tanto de todo, el vio mis caras cada vez que cortábamos de hablar, tuve un sostén muy grande con mi amigo, sus charlas me ayudaron a poder sacar los últimos ladrillos de ese muro que había puesto en mi corazón y me permití vivir a pleno mi amor por Camila.

Escuche el auto de Giuliano en la puerta, salí a abrirle la puerta del auto y allí estaba tan bella como siempre, mirándome directamente a los ojos y sonriendo. Como extrañaba esa sonrisa.

_Hola mi bella_ le dije a Camila y la bese. Mi beso fue tímido al principio y después fue con pasión, la rodee con mis brazos y busque su lengua para poder jugar con la mía. Suspire y ahí olí ese aroma tan fresco que tanto extrañaba.

Hola mi bello_ me dijo Camila sonrojándose, mientras me miraba

Te extrañe mucho_ le dije_ dame la maleta, así vamos para casa_ le dije, mientras le agarraba la maleta y la llevaba a Camila a casa tomados de la mano.

Yo también te extrañe Can_ me dijo Camila.

Cerré la puerta de casa y no aguante más, la tome en mis brazos y la lleve a mi habitación. Necesitaba de ella, necesitaba de sus besos, necesitaba de su aroma, necesitaba de su cuerpo, sentir cada fibra de su piel.

Llegamos a la habitación y Camila me miro. Su mirada estaba llena de frenesí, de pasión contenida por meses, nos desvestimos sin pensar en nada, y abrazamos nuestra desnudez, extrañaba su pecho, extrañaba su intimidad. Me sorprendí cuando ella me llevo a la cama y se colocó encima mío, me fue besando lentamente por todo mi cuello llegando a mi pecho y comencé a agitarme sabiendo lo que venía.

Pero Camila me miro, coloco mis manos sobre la almohada y continuo besándome hasta que llego a mi intimidad y comenzó a saborear lentamente mientras yo estallaba de placer.

No me pude contener, la tome de su cintura y me acerque a besar sus pechos, mientras ella se arqueaba de placer, poco a poco nos fuimos encontrando íntimamente , nuestros cuerpos se fusionaron, extrañaba su interior tan femenino, quería estar dentro de ella siempre.

Nuestros cuerpos comenzaron a danzar la danza del amor. Estos meses separados quedaron atrás, porque ya estaba con mi bella Camila. Seguí saboreando cada fibra de su piel mientras mi masculinidad buscaba su intimidad tan melosa, tan sabrosa.

Alcanzamos el clímax los dos juntos, abrazando el sexo tan perfecto vivido entre los dos. Nos miramos llenos de placer y nos recostamos, la tome entre mis brazos y le acaricie el cabello mientras sentía su respiración más calma.

Camila es mi mujer, mi elección en mi vida. Con ella todo lo imposible era posible. 

MOMENTOS MAGICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora