0.5 - conversaciones

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·.¸¸.·♩♪♫ Y he llegado más lejos de lo que pensé que podría, pero te extrañé más de lo que pensé que lo haría... Y encontré el amor donde no debería estar: justo en frente de mí. Dime, ¿tiene algún sentido? ♫♪♩·.¸¸.·

[I found - Amber Run]

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Kim escuchó las notas que conocía muy bien hasta que llegaron desde el jardín, su corazón latía tan fuerte por la ansiedad que podría haber jurado que estaba teniendo un ataque al corazón. Caminó hacia la ventana que daba a la vista del lugar de donde salía la música, cuanto más se acercaba, más rápido latía su corazón, más fuerte sonaba la canción y poco a poco se iba dejando llevar por esa sensación que solo Porchay podía hacer. él siente. Descorrió lentamente la cortina y sus ojos se posaron de inmediato en el niño de espaldas a él con una guitarra en el jardín.

"Es tan hermoso", pensó, hipnotizado por el otro. A Kim le apasionaba absolutamente cada detalle de Porchay. Debido a que su cabello, que ahora era tan oscuro como el cielo en una noche sin estrellas, era más largo. Sus grandes ojos y largas pestañas. Los hermosos, rosados, suaves labios... el suave y dulce olor que solo lo más pequeño poseía, el sonido de la risa... todo lo fascinaba del chico. Podía pasar el resto de su vida allí mirando al otro en ese ambiente que valoraba aún más su belleza, con el sol haciendo aún más brillante su piel bronceada. Sin embargo, algo parecía diferente, Porchay siempre fue encantador, inocente, amable. Tenía una sonrisa única, Kim fácilmente diría que la sonrisa más hermosa del mundo, pero ahora se veía sombrío, tranquilo, sus ojos vidriosos como si estuviera perdido en algún pensamiento y una expresión seria en su rostro que no encajaba. a él. Parecía más maduro.

Kim estaba tan absorto observando a la más joven que no notó a la mujer que estaba cerca. Debería ser la tía, Namphueng... madre de Porsche y Porchay. Había oído hablar de ella a través de su hermano, era realmente hermosa. "¡Oh! sus ojos... así que se los dio a Porchay", Kim se permitió notar. De allí habían salido los ojos que tanto amaba. Tocó el rostro del menor y lo acarició, estaba feliz de ver su "corazón" al lado de su madre. De repente levantó la vista y miró al que se asomaba por la ventana, no quería que Porchay lo sorprendiera husmeando así que terminó alejándose de la ventana dando rápidos pasos hacia atrás hasta chocar con alguien.

- Kimhan... - El señor Korn miró a su hijo de cerca con una serena sonrisa en el rostro. Kim lo miró asustada por no haber notado la presencia de su padre allí con él.

- Oh... Papá. Hola... - Dijo torpemente.

- ¿A qué se debe esta repentina visita? Pensé que habías olvidado a tu anciano padre enfermo. - Dice alternando su mirada entre su hijo y la ventana donde el chico estaba parado segundos atrás.

- No exageres... te extrañé, casi no hablamos desde la última vez que estuve aquí. - responde Kim tratando de mantener una pose despreocupada y arrancando una sonrisa del anciano.

- Ven conmigo a tomar el té, entonces? Ya sabes, para matar el anhelo. - dice el hombre señalando en dirección a su oficina.

- Seguro papá. - dice el hijo sonriendo de lado y siguiendo al hombre hasta llegar a la habitación a la que se dirigían. Cuando llegó allí, se sentó en un gran sillón de cuero marrón oscuro al lado de su padre, como siempre lo hacía.

- Tin... - el padre se vuelve hacia el nuevo guardaespaldas que lo acompaña. - Tráenos un poco de té y avísanos que Kim está en la casa, pídeles que traigan los khamon bueangs que él ama.

This Story is called us (por R.V) (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora