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"Últimamente, mi hermana menor actúa algo extraño"...

"Hasta hace unos meses todo transcurría con normalidad, pero una noticia inesperada me hizo llegar".

"Me enteré que mi padre nuevamente se había casado una situación muy repentina, aunque la verdad no es algo que me importe".

Caminaba con tranquilidad hacía su preparatoria, el asunto con su nueva "Madre" lo tenía un poco desconcertado entonces llegando a casa tendría que hablar sobre ese asunto.

Sumergido en sus pensamientos seguía, pero un leve golpe en su pecho sentiría.

-¿Mh?- su pensar dejo y para abajo miro.

Una extraña chica con cabello violeta se estrelló con el, tal parece que venía corriendo, su respiración era muy agitada y respiraba de forma pesada.

La chica con un poco de aliento recuperado alzo su mirada y una sorpresa se pudo llevar.

Un rostro bastante atractivo, era su pensar, pero el como se encontraba la hizo alejar.

-¡Eh! ¡Lo siento mucho!- sus manos junto y su cabeza inclino pidiendo disculpas.

Goku la miraba con indiferencia, pues no le veía el motivo para estar de esa forma tan intensa.

Ahora veía a la joven de una mejor perspectiva, un típico traje de colegiala, falda violeta al igual que su cabello, camisa blanca con corbata azul marino, un pequeño suéter de invierno color amarillo y una peculiar bufanda roja.

Al ver qué nadie decía ninguna palabra, la joven colegiala lentamente alzó su mirada para ver nuevamente al joven que estampó.

Y al igual que ella su típico uniforme de colegio, solo que a comparación de los demás, aquella camisa y suéter estaban a punto de desgarrarse debido al gran físico que poseía.

Una vez más un sonrojo se hizo notable en sus mejillas mientras sus ojos brillaban como dos perlas preciosas.

Pero tomo su compostura rápidamente al recordar el por qué de su corrediza.

Salió de su transe y por fin formuló algunas palabras.

-¡Lo siento! Nuevamente me disculpo por lo que pasó, pero necesito correr- de su mochila un pequeño dulce saco y su mano le extendió.

Gustoso acepto el dulce y comprendió los motivos de la chica que retomo su carrera a su destino.

Miraba como partía mientras una pequeña cortina de humo generaba.

-Que chica tan extraña y energética- miro su palma el dulce recibido y lentamente quitó su pequeña envoltura.

Un pequeño caramelo sabor fresa, no era su sabor favorito, pero cuando se trata de algo dulce no dudaría en comerlo.

Lo llevo a su boca para degustarlo y al parecer llegó a disfrutarlo, era un tanto diferente a algunos que había probado.

Nuevamente miro hacia atrás y la chica ya no estaba, encogió sus hombros y siguió su caminata a su colegio...

Aunque una corazonada le decía que se volverían a ver, y el más que nadie lo tenía que saber.

A su colegio había llegado y sus clases con normalidad había tomado, pero su peculiar cabello y ojos al igual que su gran físico siempre seguían destacando.

Pero eso ya era normal, desde siempre la atención tenía que llamar.

Importancia no le daba pues su tiempo solo se agotaba, los chicos con el no hablaba pues siempre pánico les daba.

Su imponente figura asustaba, pero por algunos era alabada.

Amigos tenía por los clubs de deportes a los cuales les daba algunas recomendaciones para mejorar tanto física como mentalmente.

La escuela en cierta parte le aburría, fácilmente ahora estuviera ganado dinero si no fuera por eso.

Pero es una promesa que le hizo a su madre, una que jamás romperá, ese es el motivo del cual se esforzaba en ello y mejorar en sus notas escolares.

Las metía en un folder color blanco y en el altar de su difunta madre dejaba un recado...






"Hola madre, a pasado mucho después de que vine, no frecuento mucho a este lugar pues a mí corazón tristeza le da. Pero yo me sigo esforzando y se que de algún lado tu me estarás mirando, aunque yo no te vea pero tú a mí sí te siento por todos lados.

Un día más dando mi mejor esfuerzo superado este dolor que a mí corazón no trae consuelo, necesito tus abrazos y tus besos, tu presencia le hace falta a mi vida, mientras tanto yo te seguiré esperando, en la misma ciudad y con la misma gente.

No me eh querido ir, para ver si algún día tu volverás a mi y me encuentres todavía y nunca más dejarnos. Probablemente estoy pidiendo demasiado pero yo aún sigo pensado que volverás a mi y darte un fuerte abrazo...

Cómo la última vez...










Al final de eso una lágrima se escurría de su lucero plateado mientras su cabellera se mecía con el suave y cálido viento así terminando su visita no sin antes dejar un bello ramo de rosas y una gran sonrisa y marcharse.

Terminaba otra jornada de clases para ir en dirección a su casa, y contarle su día a su padre como es costumbre pero como otro días, se sentía feliz.

Una leve sonrisa se marcaba en sus facciones siendo vista por la gente que pasaba, sorprendidos, felices, tristes...

Su sonrisa transmitía muchas emociones pero de todas ellas era más de felicidad que otra cosa.

Puede que ella no sea igual a su madre o talvez darle ese amor incondicional, per tendría a alguien más en su familia, alguien a quien proteger y contarle su día a día como lo hacía con su padre y el lugar especial de madre...












End...

Comenten y ya fin...

SAIKIN IMOUTO - SON GOKU...

Una nueva familia que proteger...

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⏰ Última actualización: Nov 06, 2022 ⏰

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