dragon de la dominación (+18)

Capítulo 13

Issei respiró hondo, tratando de reprimir su diversión antes de llamar a la puerta de la Oficina del Consejo Estudiantil. Era consciente de que lidiar con Sona iba a ser un poco más difícil que lidiar con Rias, por varias razones. Sona no intentó meterlo en su nobleza basándose en mentiras, por lo que carecía de un gran sentimiento de culpa que él pudiera aprovechar en situaciones interesantes. Tampoco se invirtió en su desarrollo.

Por supuesto, ella fue lo suficientemente inteligente como para tratar de mantener una buena relación con el poseedor del Boosted Gear, pero eso apenas fue suficiente para que lo conociera. Después de todo, a pesar de su potencial, solo era un demonio de clase baja y nada más. Además, él era parte de la nobleza de Rias, por lo que un extraño asumiría que era mejor ganarse el favor de Rias en lugar de directamente con él.

Aún así, Issei no estaba desesperado. Al final del día, Sona era otra heredera arrogante que había sido protegida por la presencia autoritaria de uno de los cuatro satanás, Leviatán en su caso, lo que significaba que, al igual que Rias, estaba sobreestimando enormemente sus habilidades, especialmente con su abrumador orgullo.

"Adelante", llamó una voz fría y profesional cuando Issei llamó, irritando sus nervios. Era la misma voz que había escuchado cada vez que llegaba tarde, cada vez que un maestro lo enviaba a la sala del consejo con una queja por su falta de atención, cada vez que lo atrapaban haciendo cosas pervertidas. Cada vez, era Sona quien se paraba frente a él con una actitud desdeñosa como si no valiera más que una botella desechada destinada a un vertedero, dándole otro sermón despectivo y amenazando con echarlo.

Issei se ofendió.

Sí, él había estado actuando en esos tiempos, y sus sermones finalmente estaban justificados. Sin embargo, después de pasar años comunicándose con Ddraig, adoptó un enfoque más cercano a los dragones. Mucho más suave, por supuesto, pero teniendo en cuenta que era relativo al propio orgullo de Ddraig, lo que hizo que priorizara atacar a su rival incluso cuando tres facciones bíblicas se aliaron para luchar contra ellos, no fue exactamente una recomendación brillante de la capacidad de Issei para perdonar las ofensas, ya sea saber o no saber.

"Sitri-san, buenas tardes", dijo Issei mientras entraba y encontraba a Sona sentada detrás de un escritorio bastante impresionante, con su reina Tsubaki parada a su lado. "Shinra-san, hermosa pero demasiado vestida como de costumbre", agregó con una sonrisa más amplia mientras se volvía hacia Tsubaki, la ayudante con anteojos de Sona. Su sonrisa se amplió cuando la expresión normalmente fría de Tsubaki cambió de ira, sin duda recordando el momento en que Issei logró mirarla mientras usaba las duchas comunales. La vista desnuda de la belleza recatada todavía estaba en su mente.

"Hyodou-san", respondió Sona, aunque le hizo un gesto a Tsubaki para que se detuviera, claramente descontenta con su reacción. "¿A qué me debo el placer".

"¿No podría simplemente visitarlo porque lo extrañé, presidente?" Issei dijo con una sonrisa. "Ha pasado un tiempo desde la última vez que hablamos. Tal vez quieras regañarme por llegar tarde a clase".

"Afortunadamente, esa ya no es mi responsabilidad", respondió Sona en el mismo tono que siempre usaba, lo que sugería que ella era mejor que él. Issei no podía esperar el momento en que se dio cuenta de la verdad. "Tu nuevo rey será responsable de tu disciplina".

Issei suspiró exageradamente. "Supongo que tengo que actuar mejor para no avergonzar a Buchou".

"Será mejor", dijo Sona, dejando que un toque de ira cambiara su tono por primera vez, acompañado de una sensación de presión mágica, transmitiendo que le importaba más la reputación de Rias que su vida.