Love for two (kimchay/macauchay)

- knock out - (Macaochay)

Advertencia (?? Esta historia contiene escenas un poco subidas detono, recomendable para mayores de 18  o personas pervertidas. 

- knock out -

Macao estaba dentro de la jaula con ambos puños en alto, la posición de ataque y la mirada en sus ojos tenía a su contrincante retrocediendo.

-¡Últimos quince segundos, noquéalo!- el grito de su entrenador lo hizo avanzar, vio al chico dudar para luego hacerse hacia atrás y saltar pegando una que esperaba golpearlo, para mala suerte del chico él pudo evitarlo y aprovecho el movimiento para colocarse al costado de este, un punto sin defensa- ¡Ahora Macao!

El golpe fue limpio directo a la mandíbula, el chico cayó al suelo al tiempo que la campana se hacía oír. Gritos llenaron el lugar, todo su equipo se adentró en la jaula mientras él veía al médico socorrer al chico.

-mejor suerte la próxima- dijo sonriente al verlo recobrar el sentido, era bueno saber que no lo había herido de gravedad, eso no dejaba de ser un deporte, él no quería matar a nadie

Su equipo lo rodeo empezando a festejar, el locutor anunciaba por los altoparlantes la inminente victoria, aun si la acción fue en los momentos finales no había duda de que él seria el ganador.

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Entro en el vestuario sintiéndose agotado, los golpes de su contrincante lo tenían adolorido, necesitaba una ducha urgente y regresar al hotel.

-fue una pelea interesante- Macao se giró sonriente, había estado esperando por el pelinegro desde que la pelea acabo- gran victoria, felicidades.

-hasta que te apareces- tirando los guantes a un lado se le acerco- es difícil pelear sin mi amuleto ¿Sabes?

El recién llegado frunció el ceño y alzo la mano, sostenía con unos papeles enrollados en tubo que no demoro en mover hacia el dándole un leve golpe en el pecho.

-¡Auch!

-exagerado- rodando los ojos se movió a su alrededor hasta el bolso que Macao había dejado en uno de los lockers- te dije que no me digas así, soy el representante del gimnasio, no tu amuleto. – se inclinó abriendo el bolso y tomando la ropa, para cuando se giró se encontró con Macao casi pegado a él- ¿Qué estas...?

-¿Por qué tan frio Chay?- su mano sudada se posó en la cintura contraria tirándolo hacia su cuerpo, el pelinegro jadeo- no estabas así anoche.

-lo de anoche fue un error- trato de soltar su agarre pero Macao era realmente fuerte, al final desistió dejando que su mala mirada le dijera que debía soltarlo- no debimos...

Macao se inclinó hacia él dejando un beso en la unión de su oído con su rostro, Chay quiso quejarse pero su cuerpo estaba calentándose por el sutil rose. Antes de que pueda hacer o decir nada el castaño lo tomo del rostro con su mano libre y beso sus labios, la sonrisa que exhibió al apartarse lo dejo mudo.

-pensé que lo de anoche fue algo increíble, se sintió así ¿No crees?- Chay lo miraba en silencio con su rostro enrojecido sin saber que decir, su mente completamente en blanco- fuiste muy malo al irte antes de que despierte.

Sacudiendo la cabeza volvió en sí, su mano tomo la que sostenía su rostro buscando su mirada.

-Macao, lo de anoche fue especial- comenzó.

-lo fue ¿Verdad? – se inclinó tratando de besarlo de nuevo pero el contrario lo detuvo.

-sí, lo fue, pero no puede volver a pasar.