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Narra Mitsuya.
La mañana siguiente las niñas estaban desayunando en el patio de la casa, había un comedor con una sombrilla y teníamos de paisaje el mar y la autopista que recorríamos anoche, estábamos comiendo y a pesar de ser el desayuno aquí, en Japón era ya el almuerzo, digo, son 6 horas de diferencia. TN estaba un poco lejos, estaba hablando con Andrew, su manager.
Mana: yo quiero comprar muchos dulces.
Luna: me gustaría ir a alguna librería, será interesante ver los libro en italiano.
Ana: los libros están en inglés también- dijo mientras se acercaba con una jarra de jugo de naranja - TN es una rata de biblioteca, cuando no hay trabajo lee algunas novelas de comedia romántica y les digo un secreto, a ella le encantan los libros que tratan de narcotráfico y amor prohibido al mismo tiempo. - se sentó en una de las silla - antes de irse a Japón estaba leyendo uno que trataba de un chico pandillero que estaba enamorado de una colegiala, educada y estudiosa. Le encantan esos amores imposibles.
Mitsuya: ¿un pandillero y una colegiala? Me recuerda a algo - di una pequeña risa y mis hermanas me miraron extrañadas -
Mana: en fin ¿sabes dónde podemos comprar ropa?- le pregunto a Ana -
Ana: pues la boutique de TN es la más popular pero hay tiendas que venden cosas increíbles También, en la avenida 12 hay una tienda muy fina, les gustará.
TN: bien, Andrew viene en el avión - se sentó con nosotros y se sirvió jugo - Niñas en media hora bajamos, su tour empieza a las 10 y tranquilo Mitsuya, los encargados del paseo son amigos míos y primos de Ana y Andrew.
Mitsuya: Tranquila, se que Mana y luna se pueden cuidar solas, además el pueblo es pequeño.
Di una sonrisa al igual que TN, valla que siempre está sonríente, siempre está llena de vida. Mi celular vibró, alguien me llamaba y al ver quién era obviamente no contestes, era esa mujer de nuevo, ¿No se cansa de molestar? Volví a la conversación, todo muy normal la verdad, luego de un rato fuimos todos en el auto de TN al pueblo, dejamos a Ana en la playa y luego seguimos, las niñas las dejamos en un pequeño local, TN se bajó También y yo solo observé por la ventana, mi teléfono volvió a sonar y era la misma llamada de esa mujer, aproveche que estaba solo y conteste.
Llamada-------------
Mitsuya: ¿Si?
Eri: ¡hola takashi! Ya no contestas... Que extraño.
Mitsuya: Te había dicho que no quería volver hablar contigo.
Eri: Porfavor Takashi, no mientas, sabes que no me has podido olvidar.
Mitsuya: dejate de ridiculeces, mejor molesta a alguien más.
Eri: pero no tengo a nadie más, solo a ti, se que desde esa noche no me has podido olvidar, me tienes que todavía en tu cabeza.
