Él estaba atónito no podía decir nada pero su amigo manifestaba la urgencia de ser atendido, ella lo observó desde el rostro bajando por todo el cuerpo hasta llegas hasta su delator. Dio una maliciosa mirada al joven – ya sé lo que quieres y te lo daré.
Él sonrió complacido. Acercó su rostro al de ella, deseaba besarla con urgencia, transmitir sin palabras lo que siempre callaba. Cerró los ojos, anhelaba la proximidad con prontitud. El calor se apoderaba de él y cuando por fin la muralla creada por el cantante estaba a punto de ser derrumbada sintió un fuego muy diferente al esperado.
-Auch ¿qué haces?
-Pensaste que te merecías algo otra cosa, pues esa es tu recompensa. Dijo ella sonriendo con malignidad en sus orbes gatunas.
-Estúpida me has quemado.
– No pidas más de lo que mereces SHOUTARO, este cuerpecito plano y desabrido ya tiene dueño y no eres TÚ- La rubia dio la vuelta y se fue así como llego.
El joven cantante sentía un dolor muy agudo en su parte más noble, se llevó las manos al punto adolorido mientras gritaba "maldita"
-¿Sho que te pasa?- pregunto su manager.
-El joven observó a su alrededor consternado, todo había sido un maldito sueño.
-NADA, NADA, QUE ME IBA A PASAR NO SEAS TAN CHISMOSA- le gritó mal humorado y se levantó directamente hacia el baño cubriéndose con la almohada que había usado para dormir.
-Que grosero este, por cierto para dónde vas con esa almohada, déjala.- Le dijo con el ceño fruncido la representante.
La respuesta dada fue la almohada tirada y el polvero que dejo el rubio al caminar rápidamente hasta el servicio sanitario del avión.
-Este jovencito cada vez está más loco replicó para sí misma la mujer.
En el baño Sho desesperadamente trataba de bajar la erección causada por ese sueño y se golpeaba la cabeza. Como era posible que su amiga de la infancia lo enloqueciera en esa forma. Sin embargo más que el dolor producido en su amigo por la fantasía erótica, le dolía el corazón. Comprender que Kyoko era la mujer perfecta para él y que con su orgullo la había alejado y le faltaban los pantalones para bajar la cabeza y pedir perdón como le sugería su manager.
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Idiota, simplemente soy un idiota.
Romance"Nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde" Es un dicho muy popular pero tal vez es la frase que mejor describe esta historia. El amor es como las plantas: Hay que sembrarlo, regar lo diariamente y cuidarlo para que de frutos. Algo que Fuwa Sh...