CAPÍTULO 07

505 73 2
                                    

Ningún lobo había cambiado de fase excepto el alfa quien los estaba guiando, de la docena de lobos que estaban antes presente solo dos los seguían de cerca y el resto había desaparecido por el boque. Mentiría si dijera que no le inquietaba, aunque sea un poco, ellos eran temperamentales y desconfiados, quizás los estaban llevando a una muerte segura, pero para averiguarlo primero tendrían que seguirlos.

-¿Está muy lejos? -nadie respondió.

Por desgracia Isaac fue quien tuvo que cargar con él omega que estaba inconsciente y por sus gestos le molestaba que nadie le ayudara.

-¿Quieres que te ayude? -me ofrecí, si la casa que mencionaron estaba muy lejos Isaac empezaría a molestarse por cargar el peso del omega.

-No, no te preocupes.

Acepté su respuesta y seguí caminando, asegurándome de no perder de vista al alfa porque de un momento a otro había empezado acelerar el paso. Chris había hecho anotaciones sobre ellos, estaban junto a la información que me había dado Isaac en cuento llegue y había algo que llamo mi atención y es que mientras sigan entrando en fase no pueden envejecer, envejecen cuando dejan de lado la transformación. Eso me puso a pensar enseguida, probablemente el alfa que tengo en frente sea muchísimo mayor de lo que aparenta.

Me acerque a él para poder caminar a su lado y no detrás, quería hacer mi propia investigación sobre ellos en parte porque al saber de ellos también sabia sobre mí.

-Nunca me dijiste tu nombre. -se tensó en el momento que le hable, me importo muy poco y seguí hablando. -Tú sabes el mío, pero yo no el tuyo.

Estaba segura de que no quería hablar, de hecho, había acelerado su paso solo para llegar más rápido a nuestro destino. Y solo se quedó en silencio, me estaba ignorando.

-Oye, ¿nunca te enseñaron que ignorar a la gente es de la mala educación?

-¡Sara! -Isaac claramente me estaba diciendo que no sigua.

-Que grosero. -susurre sabiendo que el si podía escucharme al igual que todos los que estaban a nuestro alrededor.

Seguimos caminando por un par de minutos más y al final del sendero había una diminuta casa con una única ventana estrecha junto a la puerta, pintada de un azul descolorido, pero la jardinera que había bajo ella estaba llena de caléndulas amarillas y naranjas que brindaban al lugar un aspecto más alegre y cálido. Fuera de la casa había tres hombres y a su alrededor estaban todos los lobos, la paz que me había brindado la caminata abandono mi cuerpo, tenía que estar alerta.

El alfa que nos encamino fue hacia el centro de los hombres y lobos, Isaac aliviado baja el cuerpo inconsciente pero el al igual que yo estaba tenso por la gran desventaja que teníamos.

-¿Ustedes son los Argent? -un hombre con el mismo aspecto que el resto fue el primero en hablar. Era el que estaba en medio de los tres hombres.

-No, pero venimos en representación de Chris Argent. -parecía que aquello no era de su agrado.

-No aceptamos a alguien más que no sea Argent. -Claramente estábamos empezando las cosas mal, la posibilidad de que nos arranquen la cabeza iba en aumento. -Y mucho menos a los hijos de la luna.

-Lo sabemos, pero Chris menciono que nos permitirían ingresar.

-El jamás menciono a un hijo de la luna. -hablo el alfa. -Tampoco menciono nada sobre ella.

-Probablemente no menciono que tipo de personas vendrían, pero si menciono que vendríamos, ¿o me equivoco? -ya me habían cansado, lo único que quería es darme un baño, ponerme algo de ropa y recostarme. -Estamos aquí y eso es lo que importa, tenemos mejores cosas que hacer así que déjenos hablar con su muchacho y luego nos iremos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 05, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sara UleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora