Cap 15: Eri-chan

666 77 5
                                    

Izuku: No tengas miedo, estarás bien aquí - se le acercó acariciando su cabello.

La pequeña niña no dejaba de temblar, Izuku recordó que cuando el se sentía de esa forma su madre le tarareaba una canción de cuna, haciendo uso de su voz baja que usan los Omega para calmar ha sus cachorros en pánico (claro que Izuku no lo sabe y lo hace inconcientemente) él le tarareo la canción a la niña.

De a poco la niña comenzó a sentirse mejor y más tranquila aunque debido a ello se quedó dormida, por una parte Izuku se sentía aliviado pero por otro lado, no sabía que hacer ahora, ¿En qué lío se había metido ahora?, no lo sabe ni lo sabrá hasta que la niña despierte.

Una vez que la pequeña se quedó dormida la dejo recostada en su cuarto sobre su cama, la cobijo tal y como lo hacía su madre con él cuando era pequeño, luego de eso salió del cuarto y fue directo a la sala de estar, debía de pensar que hacer ahora, tenía que tratar de encontrar una respuesta a lo que estaba pasando.

Analizó la situación y buscó la manera de averiguar que hacer.

Una vez mas se dirigió a su habitación y entro con cuidado de no provocar ningún ruido que pudiera despertar ha la pequeña, una vez cersiorado de que seguia dormida, pasó de largo a una puerta que llevaba a una segunda recámara en su cuarto, allí tenía su oficina, por haci decirlo, se sentó frente a su computadora y empezó a buscar información, sobre esta pequeña.

Pasaron las horas y aún no encontraba nada sobre la niña, no había ni un registro familia en la base de datos, frustrado salió de su oficina y fue donde estaba durmiendo la niña, se le acercó y observó detenidamente cada rasgo de su pequeño y maltratado cuerpo, Izuku sintió su corazón estrujarse por ver en tal estado a una niña de tal vez apenas unos cinco años, de repente su celular comenzó a sonar de manera insistente.

Se paró de la cama y fue por el celular en la mesita de al lado de la puerta en la habitación, antes de que pudiera decir algo, una voz llamó su atención.

Izuku: Oh, disculpa si te desperté pequeña - se dirigió cerca de la niña que estaba sobre La cama sentada - ¿Ya te encuentras mejor? - pregunto sentándose junto a ella - dejando el celular de lado que seguía sonando insistente mente.

Ella solo asintió tímidamente.

¿Ahora que se supone que debía hacer con esta niña?, se preguntaba mirándola, el celular seguía sonando sin parar, Izuku agarró de nuevo el teléfono y respondió.

Izuku: ¿Qué ocurre Mirio-san? - pregunto dejando salir un suspiro agotado.

Mirio: ¡Que estabas haciendo que no respondías! - dijo alterado.

Izuku: Lo siento estaba ocupado, ¿y bien, que ocurrió?

Mirio se calmó y prosiguió a hablar.

Mirio: Midoriya, sobre lo que me pediste... ya te lo envíe - dijo revisando unos papeles - Ya te envíe las imágenes que me pediste, pero... ¿porque me pediste eso?

Izuku: Verás Mirio, por ahora no puedo decirte nada sobre esto pero en cuanto esté seguro de algo te contactare de inmediato - le dijo para luego crotar la comunicación dejando a Mirio con la palabra en la boca.

En la oficina de Mirio.

- ¿Qué ocurre Mirio? - pregunto Tamaki entrando a la oficina.

Mirio se dejó caer en la silla detrás de su escritorio.

Mirio: No lo sé Tamaki - respondió mirando a través de la ventana - Midoriya está en algo pero no quiere decir que es - dijo regresando su vista a su pareja frente suyo.

Tamaki: No te preocupes, de seguro te lo dirá cuando sea el momento - lo tranquilizó abrazando al rubio.

De regreso en el apartamento de Izuku.

Él se encontraba atónito al ver las imágenes que su colega le había enviado, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, estrujo el celular en su mano hasta trisar la pantalla, las imágenes eran terribles, la niña frente suyo era quien estaba en esas fotos, miro a la pequeña que seguía en la cama mirando lo que hacía, si antes su corazón se había estrujado por ver en tal estado a la pequeña, ahora estaba aún peor pero esta vez la ira lo predominaba en cada pensamiento, se calmó y fue junto a la niña.

Se sentó una vez más en la cama.

Izuku: ¿Tienes hambre? - le pregunto tratando de calmarse - Ben conmigo, vamos a la cocina por algo - dijo para tenderle la mano.

Ella dudosa entendió su mano pero no la agarró, Izuku vio la reacción de la niña indecisa así que le sonrió para darle algo de confianza.

Izuku: Esta bien, no te preocupes aquí estarás bien aquí - ella aún indecisa le tomo de la mano he Izuku la sostuvo en sus brazos - Bien vamos - dijo y ella asintió.

Bajando por las escaleras Izuku sintió las feromonas de la niña en brazos, ese aroma me trajo viejos recuerdos que no deseaba recordar.

-¿Estás bien?- se escuchó la tímida voz en su hombro.

Izuku: ¿Ah? Si - respondió siguiendo escaleras abajo, una vez en la cocina sentó en la isla a la niña y el fue al refrigerador - ¿Qué se te apetece? - le pregunto sin obtener respuesta así que obto por algo dulce.

Pasado unos minutos terminó de preparar unos postre con frutas, le sirvió primero a la niña y después se sirvió para él, una vez sentados en la mesa, ella comió el postre que le preparó el chico peliverde, no recuerda cuanto tiempo había pasado desde que alguien le había tratado de una forma tan dulce y amable pero ahora estaba segura de que no tenía nada que temer estando con esa persona.

Unos minutos mas tarde terminó su postre y el peliverde le sirve un te caliente llevándose lo ha la sala de estar.

Izuku: Aquí tienes - le tendió la taza y ella la agarró.

Una vez estando más en confianza, ella decidió hablar y responder la pregunta anterior del peliverde.

- Mi... nombre ...es - decía tímida mientras Izuku le prestaba completa atención - es... E-Eri - dijo terminado la frase.

Cuando Izuku estaba por decir algo, el timbre sono repentinamente una y otra vez, Izuku pensó que tal vez sería Mirio pero grande sería su sorpresa al ver quien estaba fuera de su apartamento.

"Mi Omega Salvaje" (BAKUDEKU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora