ÚNICO

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    Kyungsoo nunca había estado tan ansioso en su vida. Ya se había comido todas las uñas de sus manos, no paraba de golpear el suelo con el pie y tampoco podía dejar de revolver su castaño cabello, dejándolo un completo desastre.
   —Hyung, ¿podrías tranquilizarte? ya falta poco —le pidió el maknae y, de no haber sido por Junmyeon, seguramente lo había estrangulado ahí mismo.
   Nadie ahí entendía lo que sentía. Todos habían tenido oportunidad de ver a sus parejas mientras estaban en el servicio militar, durante los descansos, pero él no. Él había tenido que conformarse con llamadas y videollamadas de vez en cuando porque había estado teniendo tanto trabajo que no tenía tiempo de ver a su novio cuando éste tenía descansos durante su servicio. Habían sido casi dos años, que se sintieron como siglos, en los que no pudo ver personalmente al alto. Se sintió miserable muchas veces, sintió enormes ganas de mandar todo a la mierda e ir en busca del alto cuando se enteraba de que tenía un par de días de vacaciones. Quiso ir a verlo incluso cuando terminaba de trabajar a las seis de la mañana a pesar de que estaría sacrificando sus horas de sueño, pero la mayoría de las veces ni siquiera se encontraba en la ciudad. Tuvo oportunidad en una ocasión de asistir al musical de su novio, pero aún ese día iba con prisas y, puesto que al terminar el show, tenía que correr de inmediato a una lectura de guión, no tuvo oportunidad de verlo más que de lejos. Ese día se sintió tan frustrado y molesto que, al terminar la lectura de guión, se encerró en el auto de su mánager y lloró como nuca había llorado. Había sido tan frustrante que realmente estuvo a punto de renunciar, y de no haber sido por el mismo Chanyeol, que lo convenció de que fuera paciente y de que ya faltaba cada vez menos, seguramente sí habría renunciado. Estaba realmente desesperado. Anhelaba con todas sus fuerzas acariciar sus mejillas y besarlo por horaa y horas hasta que ninguno pudiera más. Necesitaba sentirlo cerca, sentir sus brazos alrededor de su cuerpo y sentir sus manos acariciándole con tanto cariño como sólo él podía hacer. Era una desesperación que lo asfixiaba y que seguramente acabaría matándolo si no fuera porque ese día Chanyeol estaría siendo dado de alta en el servicio militar.

   En ese momento se encontraban todos los miembros de EXO y la familia Park en la sala de estar de la casa de Chanyeol. Habían decidido que el mánager del alto iría a recogerlo y lo llevaría a casa para no llamar la atención y no crear escándalos de ningún tipo. A Kyungsoo le importaba poco y nada que el mundo se enterara de lo enamorado que está de Chanyeol, pero a la empresa sí que le importaba y, según ellos, debía cuidar su imagen ahora que estaba a punto de estrenarse su nuevo drama.

   Ya eran las tres de la tarde. Supuestamente, a esa hora su novio tendría que estar saliendo del ejército.  No mucho tiempo después, el mánager del mismo les había avisado que ya estaba con él y que ya iban de camino para allá. Las manos de Kyungsoo comenzaron a temblar descontroladamente. Sentía su corazón latir fuertemente contra su pecho y su respiración se entrecortaba. Minseok, quien estaba junto a él, se dio cuenta de esto y lo abrazó con fuerza, buscando brindarle algo de tranquilidad, lo cual el menor agradeció infinitamente.

  Chanyeol, por su parte, estaba igual de ansioso que el bajito. Extrañaba a sus amigos y su familia, por supuesto, pero le hacía tanta falta ver a Kyungsoo que no podía evitar pensar en él solamente. Los casi cincuenta minutos que había que recorrer de camino hasta su casa, se estaban sintiendo como una eternidad, y nunca había detestado el tráfico tanto como lo detestó en ese momento.

   Después de un rato, Junmyeon recibió un mensaje del mánager de Chanyeol, haciéndole saber que ya habían llegado. Todos se pusieron de pie, listos para recibir al alto. Él sabía que Kyungsoo le esperaba ahí, pero no sabía que el resto del grupo y su familia también le esperaban, así que se llevó una enorme sorpresa cuando, al abrir la puerta, todos exclamaron "¡Sorpresa!" y lanzaran serpentinas y confetis al aire. Se suponía que Kyungsoo ayudaría a sostener el enorme cartel de "Bienvenido a casa, Yeol", junto con Jongin y Sehun, pero al ver a su novio de pie en la puerta, no pudo evitar correr hacia él y lanzarse a sus brazos, siendo recibido con un fuerte y caluroso abrazo por parte del mismo. Fue tanta la emoción que sintió en ese momento, que no pudo evitar romper en llanto, aferrándose al cuerpo del alto con todas sus fuerzas. Se separó levemente para mirarlo, tomándolo del rostro, mientras Chanyeol, quien sonrió estremecido al ver las lágrimas en las mejillas de su adorable novio, lo sostenía por la cintura. A Kyungsoo no le importó que sus amigos, su mánager y la familia de su novio estuvieran mirándolos, atrapó los labios del alto entre los suyos y lo besó como hacía tanto tiempo había querido hacer.
   —Te extrañé mucho —susurró con la voz entrecortada.
   —También yo —dijo sonriendo antes de dejar otro corto beso en sus labios.

   Los demás, quienes habían estado mirando la escena conmovidos, algunos incluso con lágrimas en los ojos, se acercaron para darle también un abrazo de bienvenida a Chanyeol, aunque Kyungsoo se negó rotundamente a alejarse de él.
   —Kyungsoo hyung, yo también quiero abrazar a Chanyeollie —se burló Sehun y Kyungsoo lo fulminó con la mirada, aunque al tener los ojos aún llorosos, Sehun lo encontró adorable en lugar de temeroso. El bajito se aferró al cuerpo de Chanyeol, pero el maknae igualmente se acercó a abrazarlo, diciéndole que lo había extrañado mucho y que estaba feliz de tenerlo de vuelta porque Kyungsoo siempre estaba de mal humor con su ausencia. Al decir esto se ganó un golpe en el estómago por parte del bajito, pero Chanyeol igualmente sonrió con ternura y besó la frente de su novio con cariño.

   Al terminar las bienvenidas, todos tomaron asiento en la sala. Kyungsoo, por supuesto, seguía como pegoste al grandote, quien no se opuso para nada, y se sentaron juntos en el sofá. Chanyeol rodeando los hombros de Kyungsoo y Kyungsoo abrazándolo por la cintura. Durante un buen rato estuvieron todos escuchando las anécdotas que el alto tenía para contar durante su estadía en el ejército, la mayoría de ellas muy divertidas. Después decidieron ir todos al comedor para servir la comida que Kyungsoo había preparado para la llegada de su novio. Chanyeol no paraba de decirle lo deliciosa que estaba y de agradecerle por haberse tomado el tiempo de cocinar para él, y el menor no podía sentirse más feliz de tenerlo de vuelta a su lado. 

   Al final de lo que tanto Kyungsoo, como Chanyeol considerarían un gran y hermoso día, todos los invitados comenzaron a despedirse, dejándolos solos en el inmenso espacio de la casa del mayor. Seguían ambos en la sala de estar, aunque habían apagado las luces, dejando sólo una pequeña lámpara que iluminara lo suficiente para poder verse. Se encontraba Chanyeol recostado en el enorme sofá, con las piernas estiradas, con una de sus manos en la espalda del bajito y con la otra acariciaba su cabello, mientras que Kyungsoo se encontraba casi encima de él, con sus piernas atrapando una del alto entre las suyas, y seguía abrazándolo por la cintura.

   —Kyungsoo-ah —susurró Chanyeol y el nombrado levantó la cabeza para mirarlo—. Sé que esto podría sonar algo precipitado, pero... realmente me hiciste mucha falta en este tiempo, y mientras estuvimos lejos, me di cuenta de que estoy más enamorado de ti de lo que pensaba y de que realmente eres alguien con quien quisiera estar el resto de mi vida.
   —Yeollie... —susurró Kyungsoo con sorpresa.
   —Está bien si dices que no, pero ¿te gustaría venir a vivir conmigo? o puedo ir a vivir contigo si quieres seguir en tu casa, o podemos encontrar una que se acomode a las necesidades de los dos. Sólo quiero que vivamos juntos, no importa dónde sea.
   Kyungsoo sonrió embelesado y, sin esperar un segundo más, rompió todo espacio entre ambos y lo besó con necesidad.
   —¿Esto es un sí? —preguntó Chanyeol en medio del beso.
   Kyungsoo se separó sólo lo suficiente para mirarlo. —Es un sí, pero sólo si me rompes el culo con tu polla todos los días, empezando por hoy —susurró con los ojos llenos de deseo y Chanyeol, sintiendo una corriente eléctrica recorrer su cuerpo entero, lo besó nuevamente, buscando devorar sus labios, mientras se levantaba del sofá, sosteniendo al bajito por los muslos, con la intención de dirigirse a su habitación para cumplir las órdenes y deseos de su chico.

Welcome, Chanyeollie [ CS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora