Yandere (Adrien/Chat Noir x Tú)

7. Nueva Amiga

Ya habían pasado algunos días después de todo lo ocurrido, tiempo suficiente para volver a habilitar los lugares donde ocurrieron los dos asesinatos. Volverían a clases.

_________ caminaba despreocupadamente hacia el colegio para empezar sus clases, con su mente pérdida en todo a su alrededor. Se había sentido tranquila esos últimos tres días, aunque algo triste por no poder encontrarse con el rubio que la traía locamente enamorada.

En todo ese tiempo había tenido la oportunidad de visitar a su medida hermana y conocer donde vivía, a ella no le importa en lo más mínimo saber mucho sobre su hermana, pero por obligación de su padre intentaba hacerlo. Por eso, en ese momento iba acompañada de la azabache, ya que habían tenido una pijamada en el hogar de su hermana.

Marinette iba hablando todo el camino, la castaña le seguía la conversación, sólo que sin mucho interés. Tener la misma sangre por parte de su padre las hacia hermanas, pero para __________, Marinette sólo era otra chica del montón de personas, desconocida para ella.

—¿Y cómo te va en el colegio? ¿Has hecho algún amigo? —preguntó la azabache

—Sólo Adrien, no soy muy buena socializando que digamos —respondió __________ con simpleza

—No importa, está bien, ser tímida no tiene nada de malo. Además, sólo estuviste un sólo día en clases —atinó a decir Marinette

La castaña no tenía amigos porque fuera tímida, y ella misma lo sabía muy bien. De pequeña había tenido malas experiencias con amigos y eso fue uno de los causantes de terminar internarda en ese hospital psiquiátrico.

—Pero mira el lado bueno, ahora tendrás más oportunidades de hacer algún amigo; si quieres puedo ayudarte —propuso la oji-azul amablemente

Marinette no tenía malas intenciones, pero __________ no necesitaba nada de ella, así que no le servía para nada.

En pocos minutos ya estaban frente a la puerta principal del colegio Françoise Dupont, Marinette insistió en que la castaña la acompañara con sus amigos y así, de alguna manera, ayudarla a socializar más.

La de ojos carmesí simulaba estar a gusto con los amigos de su media hermana.

Mentir era algo que se le daba muy bien, y también sabía reconocer mentiras que decían las personas de su alrededor, para ella ya se había convertido en algo normal saber que la gente le mentía, hasta sus mismos padres lo hacían.

Después de un rato junto al grupo de amigos de la azabache, la castaña con la excusa de que tenía que ir a su salón, se alejó de ellos disimulando el mal gusto de ese pequeño rato transcurrido.

Se dirigió a su destino sin prestar atención a su alrededor, concentrada en sus pensamientos. Tan adentro estaba en su pequeña burbuja que no se dió cuenta de alguien pasando frente a ella, lo que provocó que chocaran.

—Ay, fíjate por donde andas —fue lo primero que dijo la de ojos carmesí al sentir el impacto

—De veras lo siento —se disculpó la pelinaranja con la que había chocado

—Disculpame a mí, no debí contestar así, sólo fue mi reacción —se disculpó la castaña viendo a la chica, la misma con la que habló en el parque de diversiones

—Chanel ¿estás bien? —se acercó un chico pelirrojo a la de ojos azules

—Si, estoy bien, pasa nada —respondió la nombrada con tranquilidad

__________ miró al chico e inmediatamente lo reconoció: era el mismo chico que se encontró en un parque junto con un perrito. El pelirrojo no se había fijado en la castaña, estaba más pendiente de la oji-zafiro.