-Extra (MileApo)

812 103 6
                                    


-Extra

Los gemidos los obligaron a salir de la casa, mantuvieron sus bocas cerradas mientras se alejaban de la entrada haciéndose camino hasta la playa. El cielo estaba despejado aun, podían ver las estrellas brillar a la distancia y el sonido del mar acompañándolos.

-¿Seguís pensando que es momento de ver una película todos juntos?- bromeo el pelinegro, Mile mantenía sus mejillas enrojecidas.

-no te burles ¿Qué iba a saber que ellos...?- observo a su novio con algo de duda- ¿No te molesta? Digo, es tu hermano.

-lo sé, por eso mismo no me molesta- ante la mirada perdida del mayor sonrió, su mano derecha se perdió en el bolsillo de su campera mientras la izquierda se sujetaba la ajena- Build creció de forma diferente al resto, sus miedos y culpas lo volvieron alguien poco sociable a tal punto que todos imaginábamos jamás lograría salir adelante. Yo estaba dispuesto a convivir con él cuanto Build viese necesario, en verdad no esperaba que ustedes aparecieran ni que cambiaran tanto las cosas, pero ahora entiendo que era el destino. Build necesitaba conocer a Bible y enamorarse de él, es su primer amor, su primer todo ¿Esperabas que no estén juntos? Yo solo agradezco que lo haya esperado tanto, eso deja ver lo mucho que le importa y respeta.

-es muy dulce de tu parte decir eso Apo- bajo la mirada mordiendo su labio inferior, no se animaba a verlo directamente- ¿Entonces crees que conocernos fue el destino?

-destino, suerte, sea lo que sea salí ganando- el castaño rió enrojeciendo ligeramente.

-¿Cómo es que estamos acá hablando de amor y tomados de la mano mientras ellos están haciéndolo?- Apo se detuvo cortando la risa contraria, se giró viendo a su pareja confuso, el silencio que habían creado lo asusto ¿Se había enojado?- ¿Apo? No lo dije para molestarte, solo...

Las manos del pelinegro se colaron bajo su ropa haciéndolo soltar un jadeo sorprendido, aquellas manos estaban sorprendentemente frías, el contraste con su cuerpo caliente era adictivo. Apo lo acerco más a su cuerpo con un movimiento brusco, su rostro se pegó al oído contrario haciéndolo suspirar, Mile no pudo hacer más que sostenerse de los hombros del pelinegro mientras cerraba sus ojos.

-¿Queres hacerlo? Porque yo siempre quiero hacerlo con vos.

-Apo- un pequeño jadeo escapo de sus labios- ¿Estas provocándome? Porque no tengo mucha voluntad, al menos no contigo.

El pelinegro se apartó riéndose, Mile no pudo hacer más que abrir sus ojos algo molesto. Lo vio tomar su mano y se dejó guiar, en ese momento sentía la necesidad de reclamar al pelinegro, no iba a mentir, lo deseaba- siempre lo hacía- pero cuando el pelinegro se mostraba de esa forma una parte suya se encendía, y parecía que su mente quedaba fuera de juego. No le importaba donde irían, solo esperaba que donde fuese lo dejase apoyarlo contra una dura superficie y hacerle amor con rudeza, si, él era el tipo de chico que adoraba hacer el amor, pero también disfrutaba un poco de fuerza bruta y Apo era la combinación perfecta de cursilerías y agresividad, la necesaria para volverlo loco. Las pocas farolas que habían en el sendero cercano a la playa iluminaban sus pasos, Mile no tenía idea de donde iría ¿Lo sabía el pelinegro acaso? Ese lugar era nuevo para ambos y era obvio que la casa no era una alternativa dado que de ahí habían salido para darle intimidad al par.

-¿Sabes dónde vamos?- escucho una sutil risa mientras observaba su nuca.

-¿Sabes que vamos a hacer?- volvió a morderse el labio preguntándose si debía decirlo o no.

-eso espero, sino, me estoy ilusionando por nada- Apo tiro su cabeza hacia atrás soltando una risotada que lo hizo sonreír, adoraba ver reír a su pelinegro.

Nuevos vecinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora