𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄 ! Finney Blake

⁰⁰⁷'

ˏˋ CHAPTER SEVEN ˊˎ
" war is over "
「✧」

MIS MANOS ARDIERON, SOLTÉ EL
objeto que estaba sosteniendo para romper la pared y me senté.
No había forma de abrir el refrigerador desde este lado.

El polvo se pegó a mi ropa y manos, el aire era caliente y la garganta me picaba por la falta de agua. Intenté mantener mi postura después de estar rompiendo el concreto por dos horas junto a Finney.

Oí un sollozo y me giré, a mi lado el castaño lloraba desconsoladamente. Pero intentaba retener sus lágrimas, me puse a pensar que desde que estábamos aquí la única que había mostrado sus emociones fui yo; Finn siempre se guardó todo.

Fui a su lado y lo abracé, él se aferró a mí como si buscara consuelo. Y me sentí avergonzada por mi egoísmo.

─ No te asustes Finn, saldremos de aquí...

─ No podremos, él no va a dejarnos ir... ─ su voz se quebró con facilidad, apoyó su cabeza en mi hombro y yo sólo acaricié su brazo. Una lágrima resbaló de mi mejilla, tenía miedo. Siempre trataba de ser positiva al respecto pero...¿Qué si no lo logramos?

Solo seremos otros niños a los que asesinó, seremos otra cara en un cartel, otro miembro de una familia que jamás volverá a casa. Seremos otro caso sin resolver...

Ambos estuvimos sin movernos por unos largos minutos que se hicieron eternos, pero no era incómodo; era reconfortante. Estar a su lado era sentirse en casa, el calor que emanaba su cuerpo me hacía sentir viva. Por un momento agradecí no tener que estar sola en esta situación, agradecí tener a Finn a mi lado...

El sonido del teléfono resonó en mis oídos, me abracé más al castaño y besé su cabeza.

─ Yo voy...

Me levanté y me limpié las lágrimas que aún quedaban en mi rostro.
A pasos lentos me dirigí al teléfono negro, lo tomé con poca fuerza y lo recosté sobre mi oreja. No musité palabra alguna, pero del otro lado una voz que solía irritarme me abordó.

─ Hola amiga ─ dijo ─ Ya no lloren...

Mi corazón latió a mil por hora y sonreí, pero lloré al mismo tiempo.

─ ¿Robin? ─ cuestioné, solo para verificar que no estaba soñando o que me había confundido... a mí lado apareció Finn, con los ojos vidriosos.

─ ¿Qué onda Niddy, qué pasa? ─ preguntó, pero su voz se quebró con facilidad al decir mi nombre─ Dile a Finn que ya no debe llorar.

─ No estábamos llorando ─ Finney mintió.

─ Si estaban... Los vi ─ mi amigo de bandana suspiró ─ He estado con ustedes... todo este tiempo, ¿no creyeron que iba a dejarlos solos en esto, verdad?

Mi corazón se rompió, y me sentí culpable... la última vez que nos vimos con vida lo traté horrible cuando él tenía razón.

Robin siempre tuvo razón.

─ Te extraño... ─ dijo Finn, yo lo miré y bajé la vista.

Luego de un largo silencio por no obtener respuestas de su parte, suspiré y agregué:

─ Lamento haberte quitado la navaja ese día Robin, tal vez te habría servido... Y lamento tanto todo lo que dije.

─ No fue tu culpa, Enid ─ hubo otra pausa desde el otro lado de la línea, pero esta vez más corta, era como si él pensara sus palabras... como intentara de no lastimarnos con ellas ─. Y yo también los extraño mucho, a todos.