𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄 ! Finney Blake

❛❛ epílogo ❜❜

── un mes después ──

DEAN METIÓ LAS MALETAS EN LA parte trasera del auto y acarició la cabeza de su hija. Rose a su lado acomodó mejor la mochila en su hombro.

El tío de la chica Arellano estaba pasando por un momento doloroso, la culpa por la muerte de Robin no lo dejaba dormir y se había vuelto incapaz de cuidar si quera de sí mismo. Así que Dean Winchester se ofreció a criar a Rose hasta que tuviera la mayoría de edad.

Ahora la familia se mudaba a Brooklyn, dejando atrás los malos recuerdos.

En la casa de enfrente en la que habían estados encerrados se encontraron los cuerpos de catorce niños en total.

Algunos de ellos tenían años de descomposición.

Vance Hopper fue uno de los primeros en aparecer, su cuerpo había sido apuñalado repetidas veces; murió desangrado.

Griffin Stagg le siguió, él tenía una apertura en la mandíbula de lado a lado. Se asfixió con su propia sangre.

Billy Showalter murió por un golpe en la cabeza con un objeto punzante.

Robin Arellano tenía una mordida en el cuello, se desangró luego de que el perro del raptor lo atacara.

Y el cuerpo de Bruce Yamada había sido mutilado en partes, aún trataban de encontrarlo completo.

Elliot Winchester fue ahogado, sus pulmones estaban llenos de agua pero no murió por eso. Lo que causó su fallecimiento fue estrangulamiento; lo colgaron del cuello hasta que sus huesos se separaron.

Todos mostrando signos de tortura y de abuso sexual... Se creía que lo hacía después de asesinarlos, pero eso no fue confirmado.

Con ayuda de evidencia se llegó a la conclusión de que Matthew Peters, el padre del raptor; un hombre que murió hace años y que sufría de serios problemas mentales, fue el responsable de los asesinatos de los niños más antiguos, estas muertes habían sucedido entre los años cincuenta y sesenta.

Ahora los dos adolescentes que habían sobrevivido a ese monstruo de máscara perturbadora vivían con el trauma y la carga que ser un asesino conllevaba.

Después de todo ellos habían matado para vivir, ¿Eso lo justificaba? Algunos pensaban que sí, y otros que no.

De lo que estaban seguros era de que no se arrepentían, ninguno de los dos sentían remordimiento por sus acciones.

─ ¡Enid! ─ la castaña se giró para observar al dueño de la voz que alteraba sus sistema nervioso, ahí estaba Finney; su cabello estaba despeinado y respiraba con dificultad, como si hubiera corrido hasta allí.

─ Finn... ─ susurró, yendo a su lado para que ambos se fundieran en un abrazo, no se habían visto mucho...casi nada. A los dos los hacían ir y venir de la comisaría y el hospital. Ambos estuvieron dando declaraciones y haciéndose estudios médicos.

Pero el caso ya se había cerrado. Y su vida continuaba...

─ ¿Vas a irte? ─ el tono del chico de ojos color miel de quebró, sentía miedo y estaba más nervioso de lo usual. Desde que se separaron nunca dejó de pensar en Enid; la mejor chica que ha conocido.

Ella asintió.

─ Papá y mamá se están divorciando, ella se esfuerza en hacernos sentir miserables... a todos nostros. Cree que es la única que perdió a alguien ─ Finn acarició el brazo de la mayor Winchester, dándole un déjà vu y un escalofrío ─. Vamos a mudarnos a Brooklyn, Rose se irá conmigo.