Lo tenían todo, un matrimonio feliz, ambos se amaban con locura, tenían buenos empleos, una casa linda, cómoda y...sin embargo había un vacío que no podían llenar.
Min Yoongi y Park Jimin deciden asistir a un curso temporal para ser padres sustituto...
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Un hombre y una mujer jugaban en el parque con un pequeño y una pequeña a lo lejos de la vista de un tierno castaño que observaba con dulzura esa tierna escena. Últimamente el castaño se endulzaba demasiado al ver a las familias pasear en el parque que estaba cerca de su casa, él junto a su esposo de vez en cuando iban a hacer un paseo de vez en cuando, casi siempre recibían algunos pelotazos accidentales que venían por parte de infantes, muchas veces se les acercaron para ir a buscar la pelota y disculparse, y siempre terminaban jugando con ellos.
Se podría decir que eran unos amantes de los niños y a las personas de sus alrededores se les hacía extraño que no hayan planeado adoptar.
—Jimin....¡Hey Jimin!—lo llamó Namjoon un compañero suyo del trabajo—
Salió de su burbuja y se dió cuenta de que estaba en una cafetería, porque se habían citado con Namjoon para intercambiar algunas ideas.
—Perdón, Hyung, estaba pensando—miró al mayor—
—Ya te pareces a uno de mis mocosos, siempre en su mundo e ignorándome—se quejó—
El menor soltó una pequeña risa—Ya, ¿En qué nos habíamos quedado?—
—Ah, sí—exclamó—No sé qué color va mejor en la pared y que combine con el tono de los sillones, mira, tenemos blanco tiza y blanco hueso—señalando unos cartones con las tonalidades.
—Creo que le va mejor el color hueso, hacer resaltar más los marcos en la pared---le contestó—
—Perfecto, ya tenemos todo listo entonces—dijo guardando los cartones y algunas fotos que tenían en la mesa de distintos lugares de una casa en su bolso.
—Bien, entonces ya me voy, Yoon de seguro ya viene por mí—
—Minnie, espera—lo llamó su compañero—Nada más quería agradecerte por cuidar de mis niños, con esto que Seokjin está en China y yo en el trabajo, se me dificulta mucho cuidarlos.
Namjoon al ser de un cargo más alto, solía estar un poco más ocupado que el menor y el tener un marido que fue transferido no hacía más fácil cuidar de sus pequeños. Jimin al ver lo desesperado que estaba cuando podía se ofrecía a cuidarlos, él amaba a esos niños.
—Descuida, está bien, tus hijos son un amor—
—Me tienes que enseñar a preparar el bubble tea para Taehyung, desde que probó el tuyo no quiere el comprado.
—Claro, cuando quieras te enseño—miró la hora en su reloj—Perdona, me tengo que ir.
—Sí, descuida, adiós Jimin—se despidió.
Jimin estaba demasiado cansado como para ir caminando hasta su casa o ir en transporte público así que, como Yoongi era el que disponía de auto le pidió que lo pasara a buscar a la cafetería y el mayor no pensaba negarse a su tierno esposito.
