The Way You Used To Do - Bakudeku

Capítulo 8 : Bakugou está jodidamente bien...

... con el hecho de que su Katsudon no es el favorito de Deku (no está enojado en lo absoluto) 

Las manos de Inko temblaban un poco mientras colocaba una bandeja con té caliente en la pequeña mesa frente a Katsuki.

No la miró a ella ni a Deku. De hecho, ni siquiera miró el té, estaba demasiado ocupado tratando de apartar los ojos de ellos tan sutilmente como pudo.

Katsuki no podía decir que estaba exactamente cómodo en el apartamento de Deku. La última vez que había estado en ese lugar, tenían cuatro y acababa de enterarse de su peculiaridad. Todavía no sabían que Deku no tenía peculiaridades y, una vez que lo descubrieron, Katsuki nunca volvió.

Sin embargo, había estado allí cientos de veces antes de eso. Cientos de veces. Probablemente había memorizado el apartamento de Deku y verlo todo de nuevo, después de tantos años, era inquietante.

Todo seguía igual. Fue muy extraño ver que el departamento había permanecido intacto mientras que su relación había cambiado tanto.

(¿Pero de quién fue la culpa?)

Lo que pasaba con su relación era que nunca había sido una amistad. No desde el punto de vista de Katsuki, al menos. Deku era solo una de las muchas personas que lo admiraban por ser increíble y que le besaban el trasero por ser el mejor. No era más que un pequeño fanático sin sentido, como todos los demás. Seguramente, antes de que tuvieran la edad suficiente para tener peculiaridades, Deku había sido el compañero de juegos favorito de Katsuki en su vecindario; aunque se burlaba de Deku y lo insultaba para hacer reír a los otros niños, Deku siempre había sido el que inventaba los mejores juegos. A veces, se subía a los hombros de Katsuki, ya que siempre había sido más fuerte, y pretendían ser el Heroe Fourth Kind; a veces, Izuku intentaba cargar a Katsuki, pero fallaba y aceptaba ser la víctima mientras Katsuki pretendía ser All Might, listo para tomarlo en sus brazos y llevar a Deku a un lugar seguro mientras se reía a carcajadas como el héroe número uno. A veces, Katsuki pretendía ser él mismo, rescatando a Deku de malvados villanos imaginarios con su peculiaridad imaginaria (ya que la suya aún no se había manifestado).

Sin embargo, nunca permitió que Deku lo rescatara. O eran héroes juntos, como cuando pretendían ser Fourth Kind o cuando Deku inventaba sus propias peculiaridades, o Deku era la víctima. Nunca Katsuki.

Una vez que Deku se volvió sin peculiaridades, todo cambió. Deku pasó de ser el compañero de juegos favorito de Katsuki (incluso si solo era uno más de muchos), a ser nada más que un niño patético que ni siquiera estaba en el mismo nivel que Katsuki.

Y, sin embargo, Deku se había quedado.

Fue el único que se quedó.

A lo largo de la vida de Katsuki, tuvo muchos amigos. Todos ellos temporales, por supuesto, nada más que extras desesperados por recibir al menos un poco de la atención que recibía Katsuki. Durante mucho tiempo, Katsuki pensó que Deku era uno de esos perdedores desesperados que buscaban la pizca de fama momentánea que podían obtener, pero eso fue hasta que Deku consiguió llamar la atención a su manera. Una atención que eclipsó incluso a la de Katsuki.

El pensamiento todavía lo enfurecía. Saber que Deku, que no había sido más que un pequeño estorbo hasta hace un año, brillaba tanto como él, que había sido el mejor de toda su vida...

- Entonces, Katsuki-kun - Inko lo sacó de sus pensamientos, sentándose junto a ellos en el sofá desde una distancia lo suficientemente cortés. Katsuki levantó la vista y la miró a los ojos por primera vez desde que había llegado, haciendo todo lo posible para no dejar que la ira interna se mostrara tan descaradamente en su rostro. No sabía por qué estar en casa de Deku lo enojaba tanto o le traía tantos recuerdos; todo lo que sabía era que quería irse lo antes posible, a pesar de todos los problemas que tuvieron para llegar allí.