La Titan Hembra [Finalizada]

Capítulo 3

Estaba arriba de la muralla, escondida detrás de uno de los cañones, esperando que los guardias se retiren a cambiar de turno.

Era de mediodía, cuando me levanté, Annie ya estaba saliendo de mi habitación, lista para irse, parecía apurada, nos despedimos y me fui a preparar.

Lo último que me dijo fue "Suerte y no mueras".

.Flashback.

Cuando se fue, fui directo a mi habitación, cuando abrí la puerta, observé que mi cama estaba ordenada, al igual que la ropa que le preste, bien doblada y acomodada arriba de la cama.

Por curiosidad me acerque, pase mi mano por encima de la sábana, luego me acerque a la ropa, que carajo estoy por hacer.

Tome la camiseta y la levanté con ambas manos, la extendí para contemplarla un segundo, y luego lentamente la acerque a mi rostro.

Oh mierda.

Esto huele muy, muy bien.

NO!, QUE DIABLOS HACES LOONA FROST!!

Enseguida solté la camiseta y la mire de reojo, apuesto a que mi cama está igual.
Que mierda me pasa...

Sabes que, no lo voy a lavar.

.Fin de Flashback.

—Annie tiene razón, estoy mal de la cabeza— dije mientras me cubría el rostro con ambas manos, avergonzada.

Luego volví a mirar a dónde estaban los guardias, al parecer ya se habían ido, ya que no hay nadie.

—Es mi oportunidad— dije para luego saltar hacia el lado exterior, utilizando el equipo de maniobras tridimensionales, me enganche al muro y baje de a poco, hasta que llegue arriba de un techo viejo de una casa.

No había Titanes a la vista, así empecé a avanzar de techo en techo hasta que ya no había casas, antes de bajar, observe nuevamente aver si había enemigos, y al comprobar que no habia Titanes cerca,
baje de la casa y empecé a correr, a territorio Titan.

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—Esto es una.. PESIMA IDEA!!— Dije gritando, corriendo por mi vida, ya que me perseguían 2 Titanes de 8 y 10 metros.

Al frente había un bosque con árboles grandes.

Como pude, corrí lo más rápido que me permitían mis piernas y al estar al rango suficiente, me enganche a un árbol y subí lo más rápido que pude.

En ese momento la mano del Titan paso a dos centímetros de mi cuerpo, pero justo logré subir a tiempo, luego se escucha como el Titán se cae al suelo, haciendo un estruendo.