CAP 2: SILENCIO

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Caminaban a pasos pequeños, se escondían tras todo lo que veían cada que esos seres parecían notar la presencia de ambos. Contenían la respiración, se tragaban los sustos, se seguían sujetando de la mano con fuerza para no perderse o separarse.

El plan era caminar hasta ver que la luz del día llegue, y encontrar una casa segura donde pasarla hasta que nuevamente caiga el sol y seguir con su camino hacia el centro comercial que quedaba más cerca que la universidad del hermano mayor de Bill. Ambos, se miraban de vez en cuando, preguntándose mentalmente cuando avanzar y cuando huir.

Tenían miedo de morir.

— B-Bill...— llamó al oído del mayor, señalando tembloroso a uno o dos de esos llamados Zombies por el Cipher, los cuales parecían caminar en si dirección a pasos torpes. Tan erráticos que les erizaba la piel.

Se pegaron a la pared de la casa donde habían arbustos como para esconderse, inhalando y exhalando de forma silenciosa, el castaño pudo idear algo. Buscaba en el suelo con su mano, mostrándole una piedra no tan grande, lanzándola con toda su fuerza en dirección contraria, cubriendo su boca por los chillidos que daban esas cosas, escondiéndose en Bill al ser la única persona y protección que tenía. Era su único apoyo en indicio de que podía vivir.

— Ven. Corre.— le susurró, corriendo hacia otra de las esquinas, mirando lo mejor que podían a todos lados entre las luces que fallaban.

Cubría al castaño cada que había un cuerpo en el suelo, parecía que algunos simplemente estaban ahí para morir y otros se convertían en monstruos.

۞

El caminar por ese lugar no había sido tan nefasto, las películas lo mostraban de una forma distinta, o quizá era que solo era una población pequeña en California. Se preguntaban como estaría la zona céntrica, ¿Sería como en las películas?

— Esto nos pasa por vivir en Estados Unidos... Todo le pasa a Estados Unidos y Japón.— murmuró el rubio que ayudaba a subir en un contenedor de basura a Dipper, de ese modo podrían estar sobre un balcón cerrado. Y después en el techo, necesitaban saber dónde estaba despejado.

— Shh. Nos van a oír los Zombies.— le susurró de igual modo, sujetando esta vez con sus dos temblorosas manos el cuchillo cuando Bill revisaba el balcón, abriendo lentamente la puerta deslizante de cristal, suspirando al no haber nada.

— ¿Ahora sí son zombies?— Se burló en voz baja, buscando algo que lanzar la piso de abajo, siendo esto solo una muñeca, cerrando la puerta con suavidad y seguro al escuchar ese odioso sonido.— Abajo hay. Hay que descansar un momento.

Bebían algo de agua cerca a la gran puerta de vidrio, sabiendo que solo era un pequeño descanso antes de seguir escapando y escabulléndose.

Su descanso no duró mucho, pues golpes, alaridos y arañazos resonaban en la puerta. Eran horribles, les hacía temblar y preguntarse a cada segundo si realmente saldrían vivos de esa aventura que no pidieron.

— ¡Vámonos!— se puso de pie a prisas, tomando de la mano al menor de nuevo, teniendo que bajar al final con él, debían hacer eso. Pero, ahora no sabían que hacer, los golpes aturdían sus ideas, ver cómo la madera se agrietaba y los gritos no se detenían. ¿Qué harían si abajo también habían esos mosntruos a su espera?— Nosotros... Nosotros debemos irnos...

— ¡Vamos, Bill!— esta vez él lo jaló, cerrando la mampara al salir con él, dejando que le suba primero y jalándole después para estar en el techo, teniendo como bajar las enredaderas en la madera de la pared, así no sean de mucha ayuda, algo era algo.— ¿Estás bien? Cuando me salvaste ni siquiera dudaste, ¿Qué pasó?

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2022 ⏰

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