— ¿Qué vamos a hacer?
La calma del rubio hacía que se sienta peor por su terror ante lo que estaban viviendo, no podía terminar de asimilar como la vida, el universo, lo que fuera que los escuche en el cielo haya permitido tal cosa. No soportaba el temblor de su cuerpo, tampoco que su hermana esté desaparecida, mucho menos el estar escondido aún.
— ¡Bill!, ¿¡Qué vamos a hacer!?— sacudía del brazo al más alto que le tapó la boca con una de sus manos, rogándole con un ademán que se quedase callado.— Bill... Estoy asustado... No podemos estar aquí por siempre, ¿Qué pasará con Mabel? Ella está en peligro, no tenemos tiempo para-
— Dipper.— Interrumpió al instante para que no entre en pánico.
— Ella me necesita, es mi hermana y está quién sabe dónde.
— Mason. Tranquilo.— susurró, volviendo a envolverle en sus brazos, poniéndose de pie con el menor que no podía dejar de lado su creciente angustia que le oprimía el pecho.— Ayúdame a poner algo en las ventanas.
Con esfuerzo, cambiaban algunas cosas de lugar, sobretodo los estantes de la casa del castaño, agradecía que fuesen varios por la cantidad de libros que habían en el lugar. Así, las ventanas del piso de abajo estuvieron cubiertas medianamente. Solo eran dos adolescentes que intentaban sobrevivir.
Aún escuchaba los pequeños sollozos del de ojos café, ya no podía consolarlo, no sabía cómo hacerlo.
De hecho, apenas eran amigos.
— ¿Venías de camino?— preguntó, mientras veía todo lo comestible que tenían en la cocina, suficiente como para una semana o dos, pero no estaban para quedarse mucho tiempo. Al menos eso oensaba el más bajo de ambos.
— Sí. Me distraje con videos que me encontré, pensé que eran noticias falsas. Y después vine caminando, más o menos por unos cinco minutos y luego todos estaban gritando...— se notaba decaído, haciendo que el contrario recuerde algo.
— ¿Y tu hermano mayor?, ¿Él te contesta?
Phill Cipher, el hermano universitario del rubio. El cual había visto unas pocas veces. Siempre lucía como un amargado, pero también los ayudaba cuando estudiaban.
Era un buen tipo con mala cara.
Mas hubo un silencio de parte del pecoso, el cual suspiró y logró formar una sonrisa en sus labios.
— Solo me envió una nota de voz. Sigue en la universidad, se encerró con sus compañeros en un salón, y espero que esté bien.
Ambos se sonrieron, al menos podían tener una gota de esperanza, deseando que todo salga bien. Implorando que sea así.
۞
Sentados en el piso de arriba, en la habitación del Pines, miraban por la ventana como se había dado la masacre. La calle estaba plagada de manchas de sangre, de esas cosas que parecían estar desorientadas. Perdidas.
— Hay que salir por la noche.
La cara del menor era todo un dilema, tenía cierta lógica lo que estaba diciendo, en la noche podían camuflarse y esconderse por ahí, pero de todos modos inquietaba la situación.
— ¿Y a dónde iremos? Creí que este es nuestro refugio. O eso digiste. Más o menos.— Murmuró, cerrando la cortina para sentarse sobre la cama, mirando a los ojos del rubio que destallaba cual sol por su vestimenta.
— Hagamos una mochila con comida, y hay que ir de casa en casa para llegar a Mabel.
Sonrió convencido de su plan, aunque el menor no estaba tan de acuerdo con esa idea suya.
— ¿Y cómo sabemos si esas cosas no nos van a comer primero?— preguntó, poniéndose de pie, caminando en círculos al recordar todo lo que había visto, parecían ágiles y rápidos, al menos algunos.
— Debemos buscar como defendernos. No sé cómo, pero he visto suficientes películas de zombies como para sobrevivir.
— ¿Zombies? Bill, no estamos en Guerra Mundial Z. No es una película donde convenientemente todo nos saldrá bien.— no se podía tomar nada a la ligera, mucho menos esos comentarios que por más que sonaran absurdos, tenían ciertas salpicaduras de razón.— ¿Qué haremos si nos muerden?, ¿Qué haremos si no tenemos escapatoria?
— Hallaremos el modo. No soy el más puntual, pero vamos a sobrevivir y encontrar a tu hermana. Lo prometo.
Nuevamente, el silencio llegó, haciendo dudar al rubio que ladeó la cabeza confundido por el rostro del pálido chico.
— A mi hermana y tu hermano.— corrigió, sabiendo que no podía ser egoísta en un momento como ese. Eran un equipo desde que decidieron estar juntos.
۞
Las mochilas estaban listas con alimentos no perecederos, botellas de agua y una que otra prenda que iban a necesitar. Mejor dicho la de Dipper.
Esperaban pacientemente la noche, comiendo algo mientras cubrían con papel y cinta adhesiva sus brazos y piernas, colocándose la ropa encima, esperando que al menos si eran mordidos, no llegue a su piel.
— Bill. No soy el más atlético, promete que si muero seguirqs buscando a Mabel.— imploró el castaño de suplicantes ojos. Ojos que no le dejarían en paz en su conciencia si se negaba, o si llegaba a fallarle.
— Sí, sí. Como digas, exagerado.— le pegó un suave golpe en el brazo, revisando que ambos estén a salvo y camuflados con aquella ropa negra que se habían puesto.— No te vas a morir. Eres inteligente, y me tienes a mí de apoyo. Todo saldrá bien.— sonrió, aunque no estaba convencido de sus propias palabras.
También tenía miedo. Solo tenía 17 años.
— Sigo sin estar seguro de esto, pero... Espero que salga bien.—
۞
La noche había llegado, el alumbrado de la calle se veía tan tenue, pero al menos tenían lo que necesitaban, voluntad y ganas de sobrevivir. Además de los teléfonos cargados y los cargadores de los mismos.
— ¿Listo?— preguntó Bill, con la mano en la puerta y la otra sujetando uno de los cuchillos de la cocina, al igual que Dipper que se sujetaba con fuerza a su brazo, quién asintió.
El plan era no separarse, vivir para contar la historia y poder ver un nuevo amanecer.
— Bueno... A fingir que somos Bratt Pit.— Susurró, tomando con la misma fuerza la mano del menor.
Juntos harían lo posible por seguir viviendo.
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1/10/22
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Destrúyelos - Billdip
Hayran Kurgu- Debemos seguir...- Puedo escuchar como Bill intenta lucir tranquilo mientras buscamos escapar de este infierno. Lo que empezó como un día más, se convirtió en una horrible historia que quizá no llegue a contarle a nadie. El mundo es cruel, los hu...