don't tell oppa. | nahyun

07.

Lo primero que hizo Nayeon fue comenzar a desabotonar los lados de la mezclilla que Dahyun estaba usando ante la mirada atenta y ansiosa de la pelinegra de mechas rosas, cuyo pecho se inflaba por la respiración irregular y acelerada. Dahyun se mordió el labio sin dejar de mirar cómo la castaña se deshacía de su ropa, poniéndose cada vez más nerviosa a causa de su entrepierna latiéndole debajo de la ropa mientras que los botones iban cediendo ante las manos rápidas de la mayor hasta arrancar las tiras del costado sin dejar aún que su short jean baje. No podía entender cómo era que Nayeon lucía tan dominante haciendo algo tan simple como quitarle las tiras de la mezclilla, pero así era, y todos esos pensamientos nada más lograban ponerla ansiosa más y más, logrando que la espera fuera agónica y la anticipación creciera rápidamente.

Luego Dahyun levantó los brazos para ayudar a Nayeon a deshacerse también de su prenda rayada con mangas largas y poder comenzar de una vez, pero la mayor tenía otros planes y no se la quitó, sino que se la dejó sobre los ojos haciendo que Dahyun no pudiera ver nada más allá de la tela. Incapaz de predecir qué haría Nayeon a continuación, se estremeció por completo cuando sintió los labios de la mayor sobre su cuello, pero no se mantuvo mucho tiempo allí sino que comenzó a bajar lentamente con los labios, trazando un camino de besos por todo el torso desnudo y delgado de la menor, pasando por sus clavículas, por encima del sujetador, su estómago. Allí por donde pasara la boca ajena, Dahyun sentía la piel ardiendo, por eso pudo respirar bien apenas Nayeon se detuvo entre sus piernas.

Sintió cómo la mayor bajaba el cierre del short jean para inmediatamente deslizarlo por sus piernas, acariciándole los muslos blanquecinos al mismo tiempo que se deshacía de la prenda y la dejaba nada más en ropa interior. Dahyun tembló en cuanto sintió que la castaña volvía a subir por sus piernas, esta vez con la boca. La mayor recorrió sus muslos con besos lentos y húmedos, lamiéndole la piel e incluso dejando mordiscones en el camino, haciendo que Dahyun jadeara y se retorciera debajo de ella. Los besos iban acercándose cada vez más a su centro, pero Nayeon no fue directamente a ella, sino que otra vez sube hacia su cuello, jugando.

Delineó muy lentamente su camino en su clavícula, clavando sus dientes hasta el punto de dejar marcas, para el final moverse por sus pechos que aún tenían el sujetador, finalmente centra los labios exactamente sobre este, succionando por encima de la tela, logrando que Dahyun gimiera fuertemente con tan simple acción. Al parecer la mayor le entretenía jugar con Dahyun, pues repitió la acción, continuando su camino y comenzó a jalar con los dientes las tiras sin terminar de quitarle la prenda. Mientras que Nayeon se divertía tentándola, ella se deshacía en gemidos y jadeos, e incluso temía llegar a terminar hecha un desastre nada más con eso porque todo era tan estimulante que estaba volviéndose loca. Llevada por la impaciencia y por el deseo, impulsó las manos por los costados de la sábana, apretando fuerte y logrando que la mayor soltara una risita socarrona.

—¿Qué ocurre, Dahyun-ah? —preguntó con fingida inocencia—. ¿No te gusta?

—Unnie... —pidió, ignorando lo ronca que le salió la voz a Nayeon—. Hazlo ahora, unnie.

Acatando su pedido, Nayeon la levantó para por fin quitarle el brasier del camino y dejó libre a sus pechos frente al rostro de la mayor. La mano ajena rodeó uno por completo y apretó con curiosidad, y Dahyun jadeó de alivio porque necesitaba esa atención tanto que podría sollozar de placer. Nayeon siguió moviendo la mano, rozando por su rosado pezon derecho, tocando la punta con el pulgar, alternando, haciendo que Dahyun se volviera un desastre de gemidos. Pero lo que verdaderamente la enloqueció fue sentir de repente la lengua de Nayeon sobre el otro pecho. Un fuerte "¡Ah, Nayeon unnie!" salió de sus labios en cuanto la castaña comenzó a lamerlos, complementando ahora los movimientos de la otra mano con la acción de los labios y lengua sobre sus pechos.