Que resuene en las calles, que murmuren de boca en boca. Que en el infierno y cielo se escuche.
El Boss de la Mafia Rusa tiene una debilidad con nombre y apellido: Mónica Méndes Herrera.
¿Quién diría que el diablo se enamoraría de un Ángel?. Uno a q...
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Natasha
Un día como bailarina y gane más que suficiente para rentar un penthouse, cabe destacar que el dinero no me mueve, ya pasé por esa experiencia y no fue nada agradable, pero sin duda alguna es un medio para llegar hasta Mónica. No soy tan estúpida como para enfrentarme a gente peligrosa sin tener a alguien igual o peor a ellos.
Sirvo en mi copa champaña y la llevo a mi boca dándole un sorbo, desde el jacuzzi pude observar varias Mercedes Benz negras estacionarse fuera.
Tomé otro sorbo con una sonrisa sádica al ver al italiano salir de una de ellas. Con calma y disfrutando de mi champaña me acomodé en el jacuzzi. Escuché la puerta abrirse y unos pasos aproximarse y parar detrás de mi.
—¿No le dijeron que es de mala educación irrumpir así en una casa?
—También dejarlas con un bulto entre medio de las piernas
Reí "inocentemente"
—Si lo que el señor Cassano quiere es sexo, tendrá que dar algo a cambio, y no hablo sólo de dinero
—Pide lo que quieras mío Angelo al fin y al cabo ya eres mía. ¿Qué es lo que quiere mi Angelo?
—Lo quiero a usted, y un anillo en mi dedo—Dije impostada
Vi en su rostro una incontrolable carcajada.
—¿Sabes lo que estás pidiendo?
—Ser la Señora Cassano, dama de la Mafia Italiana
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Alexey
Es frustrante tener que verla así tan pálida rodeada de enfermeras y agujas lastimando su piel.
