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Volviendo de una cita romántica, donde habían festejado su aniversario, Hitoshi y Denki volvieron a su casa, alejada del pueblo donde vivían sus amigos, padres y dónde trabajaban. La casa le había pertenecido a los abuelos de Denki hasta que fallecieron y se la entregaron al rubio quién la aceptó con gusto ya que no tenía pensado vivir con sus padres. Estos no eran unas personas muy amables que digamos. Caminaron por el bosque unos minutos hasta llegar y finalmente proseguir con la cita allí solo que harían cosas que no harían en público, sería muy incómodo.

Denki, ansioso, no tardó en ir hasta su pareja y quitarle la camisa y la remera, mientras le besaba el cuello y los labios con deseo. La cita había sido perfecta y deseaba darle una cereza al pastel regalándole una noche caliente. Hitoshi con gusto cedió y se dejó quitar la ropa mientras besaba a su novio con deseo. Estuvieron luchando con sus lenguas por un rato, dejando en el suelo sus prendas hasta finalmente llegar a la habitación y caer a la cama. Allí Hitoshi aprovechó que podía moverse con mas libertad ya que Denki estaba abajo suyo y con su mano acaricio la intimidad ajena, logrando quitarle un par de gemidos tímidos que calló con sus manos debido a la vergüenza. Metió un dedo, luego otro mojando la cavidad con las pequeñas embestidas que daba mientras su pareja se estremecía del placer.

Luego de ya ver que estaba lo suficiente mojado, se acomodo en las piernas de su pareja y penetró, provocando que las piernas de Denki temblaran y sus manos se posaran en la espalda ajena, razguñándo en el proceso.
Hitoshi soltó un gemido y comenzó a embestir primero con delicadeza luego con más rapidez e intensidad, dejando que su pareja comenzara a gemir más fuerte y con más libertad, ya que después de todo vivían alejados de las personas.

Denki fue pidiendo cada vez más y más fuerte hasta que Hitoshi llegó al límite, haciendo mover la cama de la fuerte que se estaba moviendo. Incluso tuvo que detenerse por unos segundos ya que su cuerpo no podía soportar tanto tiempo moviéndose de esa forma. Aún así, a los pocos segundos prosiguió, volviendo a escuchar los jadeos y gemidos de su novio quién ya estaba a punto de acabar. Lo mismo para Hitoshi, quién debido a lo abrumado que estaba por el placer, terminó acabando dentro, quedándose estático por lo fuerte que había sido el orgasmo. Incluso Denki sollozó un poco sin querer debido a lo intenso que había sido todo.

Al final el pelilavanda cayó rendido a su lado y dejó que Denki se recostara en su pecho para terminar durmiendo gustosamente, satisfechos por la noche perfecta que habían tenido.

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𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞 || ShinKamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora