La niña despues de desayunar con la señora, empezo a ordenar todo lo que debe ir en sus respectivos lugares, si le preguntarás como se siente estar viviendo y conviviendo con la señora ya mayor, te podria responder.
— una vida donde soy normal, y sin ningun problema de los graves... – Susurro para si misma.
Los clientes empezaban a venir más con medida que pasaban las horas, algunos eran amables y otros ya se pasaban del nivel de insoportable, pero la anciana supo como controlar esa situación, en serio admira esa tolerancia hacia los demás, ella solo agarraría lo que tenga a su alcanze y se lo tiraria justo en la cara.
Por recién llegar las 12:00 p.m. ya era la hora de almorzar, a si que la señora se había ido a un puesto de comida para comprar lo que comeran, la dejo a ella a cargo, aveces lo hacia, asique no habia ningún problema en dejarla acargo de la tienda. Cuando la señora se fue, en tan solo unos 5 minutos, entraron unos chicos de pelo rubio ambos, estos elegían en cuales dulces llevar, al decidirse, se dirigieron a la caja registradora donde pagarian lo que escogieron, al llegar pensaron encontrarse con la misma señora de avanzada edad, la cual les caía bien, pero al llegar no estaba dicha señora, si no, ¿una Niña?, ¿quien era ella?.
— buenas tardes, por favor pongan las cosas aqui y yo les dire cuanto es el precio – ambos chicos hicieron eso y pusieron los dulces en la mesa de ventas, vieron detenidamnete a la niña, la cual calculaba bien el costo de todos los dulces. – son 108¥.
Uno de ellos que tenia trenza saco el dinero, mientras que la niña al ver que sacaba el dinero, empezó a guardar los dulces en una bolsa, le paso los dulces al otro, viendo que si son acompañantes, el de trenzas al casi entregar el dinero pregunto algo con una sonrisa divertida.
— ¿como te llamas, pequeña?. – una pregunta inocente para ella, pero ellos no tanto, no saben como pero al conectar ambos sus miradas con la pequeña, algo cálido florecia en sus interiores.
— Camil Forger – respondio, total, pensó que al escuchar eso se asustarían y saldrían corriendo de miedo.
— lindo nombre, yo soy Ran Haitani, y el es mi hermano Rindou, mucho gusto – saludo con la mano a la niña, la cual tuvo que aceptar el saludo.
— igualmente – al terminar esperaba el dinero y que ya se fueran, el rubio de trenzas se lo dio y se despidio de ella. – raros... – no le tomo importancia a eso. Después de unos minutos llego la señora con comida en sus manos.
Sin tener que hacer más, empezó a comer con la señora, teniendo una amena conversación, desea que todo su vida sea así. Lo que no sabia es que, llamo la atención de esos hermanos, los cuáles con solo verla, tuvieron una chispa de tenerla para ellos solos.
6 Años Después
Pasado años después, fue cuando pudo mantenerse por ella misma. Cuando obtuvo los 11 años fue al ministerio/alcaldía o como le digan en su país, para poder estar en libertad. Dio sus razones del porque, aunque siendo menor de edad esto seria que se emancipó.
Emancipó o Emancipación: Significa que ya puede vivir sola, mantenerse, pero aun siendo menor de edad.
A su familia, si es que se le puede llamar asi, no les importo y lo aceptaron, pudo alquilarse un apartamento, no caro ni tan barato, pero uno donde pueda vivir tranquila por mientras esta en la escuela.
Justo ahora se encontraba por ir a su colegio, después tendria que ir a su trabajo, hace poco que la señora María murio, al parecer ya tenia esa enfermendad desde hace mucho, pero aun asi siguió. Al morir le dejo la tienda a ella. En serio la extrañaba pero debia vivir y seguir adelante, eso siempre le decia ella, asique seguiria su consejo, al terminar de alistarse salio del apartamento.
Mientras iba en camino al Colegio, se topo con su amiga, Yuzuha Shiba. Una Chica a la cual conocio hace cinco años atrás, sabia lo que vivía, siempre se lo contaba, solo podia apoyarla, ya que ella misma decia que no se lo dijera a la policia o a alguien más.
— buenos días, Cam – saludo la castaña de color más brillante, la otra castaña de un tono fuerte le devolvio el saludo.
— buenos dias a ti también, Yuzu-chan.
— y bien, hacemos la pijamada en a tu casa o en la mía? – pregunto la Shiba.
— en donde tu quieras, por mi no hay problema – le respondio, si iba ser en su casa traeria a Hakkai y si seria en la de Shiba, el menor de ellos tambien estaria. No tiene problema con ello, más bien le parece divertido el como el menor actúa.
— bien, en tu casa sera, nos vemos en allá a la hora acordada – dijo con una sonrisa y entrando a su colegio.
Ellas no estudian en el mismo colegio. Pero la Shiba dijo que quiere cambiarse al de ella para pasar más tiempo juntas. Ademas de que esta más cerca de los boliches para asi poder jugar todos juntos. Los dos Shiba's menores y ella. Se empezo a ir a su colegio, tuvo que retroceder más atras por el camino que iban al colegio de la shiba, y al estar en una esquina de una calle doblo a la izquierda, donde a solo una cuadra se encuentra su colegio/academia/instituto, al llegar a la entrada, tuvo que huir rapidamente para escapar de los fan's, bueno, es la presidenta.
Al llegar a su aula se fue a sentar, mientras esperaba al profesor, suerte era la única en el salón hasta ahora. Se quedo observando la ventana. Pensó en como fue su vida desde que conocio a la señora María, se alegraba mucho el haberla conocido, le trajo mucha felicidad a su vida, en serio se lo agradece mucho.
Dejo de pensar en eso cuando vio unos chicos afuera de su aula. Ella se encontraba sentada en una silla justo en la ventana, pero vio a unos chicos a lo lejos, pero estos la veian con una mirada para nada buena. Ella los reconocio pronto.
— *suspira* que hacen aqui...estúpidos Haitani's...
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CONTINUARA...
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Extra:Camil tan solo mirando a los hermanos escondidos.
Ran: ya me excite :>
Rindou: maldito puerco (¬_¬)
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NUESTRA LUZ || TN || T.R. || HAITANI'S || TRIO ||
FanficLos hermanos Haitani solo se interesaban en ellos, pero conocieron a una niña que siempre jugaba con ellos a los juegos, su apariencia demostraba diferente actitud pero era alguien muy preciada por ellos, su cariño se volvió a uno obsesivo, con tal...