Very Close Strangers KOOKMIN O.S

2. We aren't like that

Con gran energía devoraba mis labios justo como me gustaba que lo hiciera, su lengua se encontró con la mía y no había rastro que no quedara en contacto. Su boca siempre era mi delirio.

Ubico su fuerte muslo entre mis piernas presionando así mi creciente erección y con sus manos no dejaba de acariciar mi espalda baja fundiéndome con sus caderas.

Todo era tan intenso.

Mordió mi labio, como siempre que me besaba y gemí de dolor. Gruño en mi oído para escarbar con su nariz mi lugar sensible en la curvatura de mi cuello y besarlo con lengua y dientes. Me volví gelatina.

—Te correrás tantas veces que no podrás distinguir los colores Jimin—su voz amenazante viajo directo a mi polla y saco un gemido entre cortado de mi garganta.

Tomo fuerte mis muslos y me elevo en brazos haciéndome rodear su cadera con mis piernas. Lo bese tratando de seguir su ritmo salvaje, un beso húmedo con mordidas en mis labios y una succión exquisita a mi lengua.

Sentí como me presiono más a la pared y simulaba embestidas sobre la ropa rozando deliciosamente nuestros penes ocultos. Con dificultad saque su camisa sin alejarme tanto tiempo del calor de su boca....pero fracase, prefería sus labios antes que alejarme.

Se movió conmigo hasta su habitación dejándome caer. Me miro con promesas y lujuria plasmadas en sus pupilas dilatadas. Pocas veces lo había visto así.

Abrió el botón de mis janes y en segundos ya no tenía ni una prenda en mi cuerpo. Vi como mi adonis sacaba su camisa y después su pantalón junto con su bóxer dejándome ver ese enorme trozo de carne erguido contra su abdomen.

Me giro con brusquedad dejándome con el culo hacia arriba. Amaso mis glúteos y me azoto una vez. Respingue por el escozor.

—Qué deseas Jimin— dijo llevando sus manos por toda mi espalda para regresar a mi culo. Dio otro azote en el mismo lugar que el primero.

Me removí gimiendo y Jungkook lamio la zona con esmero aliviando el escozor.

—Sabes lo que deseo— dije con voz entrecortada.

Presione mi mejilla en el colchón para verlo en todo su esplendor, su mirada era depredadora, me miraba como si muriera de hambre y yo fuera su postre favorito.

Jungkook abrió mis nalgas y dio un lengüetazo justo en mi agujero que me hizo enroscar los dedos de mis pies.

—No te muevas, si lo haces te azotare— dijo con voz grave calando en mis huesos.

—Si Kook—dije entre suspiros. Su mano era pesada. Amo eso.

Volvió a enterrar la cabeza en mi culo jugando con mi cordura. Paseo su lengua alrededor de mi anillo mientras amasaba mis nalgas adoloridas. Presiono con la punta de su lengua pidiendo entrar y me impulse hacia atrás desando más.

Como prometió, recibí otro azote y mi polla comenzó a gotear.

Sorbió, chupo, mordió y volvió a absorber en mi agujero llevándome a la locura.

—Kook, por favor— dije entre lloriqueos.

Me dio otro azote y siguió chupando como si no tuviera suficiente. Tomo mi pene con una mano y masajeo de arriba abajo al ritmo de las estocadas de su lengua.

Una y otra y otra y otra vez.

—No puedo más— dije gritando

Con los espasmos en mi vientre Jeon presiono la base de mi pene impidiendo descargarme y aumento sus lametones y mordidas en mi sensible anillo de músculos.