Estaba todo oscuro cuando abrí los ojos, parpadeé un par de veces para enfocar mi vista.
[Estrellas?.... Son estrellas lo que ven mis ojos?] pensé admirando el cielo iluminado de estrellas. En la ciudad no se veían tan bien las estrellas; pero aquí si. Ahora entiendo al profesor cuando decía que el amaba ir a la montaña a verlas.
Me incorpore un poco cuando escuche los ruidos a mi alrededor, estaba en una barca de remos yo sola en medio del mar sin ver nada. Por una vez en la vida pude saber lo que era la tranquilidad, la paz conmigo misma, aquella que no sentía desde que era una niña pequeña que iba en la guardería y mi mama me iba a buscar por la tarde. Aquella que cuando me hacia daño o me caía siempre estaba mi madre para abrazarme y decirme que todo estaba bien.
Parpadeé cuando vi borroso, estaba llorando...
Sin darme cuenta llore amargamente, lloré por los recuerdos, por mi madre, por mi familia que seguramente debía estar en casa preocupada esperando a que vuelva, lloré por las oportunidades escapadas...
Me acoste de lado mientras lloraba y llamaba a mi madre. Recuerdo quedarme dormida mientras lloraba.
Cuando me desperté seguía siendo de noche, ya no tenia sentido llorar. Me senté en una esquina de la barca mientras miraba el horizonte, abrazé mis rodillas y apoye mi mentón en ellas.
[Como había llegado aquí? No recuerdo nada, solo recuerdos lejanos que poco a poco se van desbaneciendo] .
Él debe estar esperándome en nuestro sitio favorito, en aquel parque abandonado. Aquel parque donde lo conocí. Sonreí al recordar aquel niño llorando debajo del tobogán; estaba perdido y gracias a mi pudo volver con su familia, recuerdo que pensé que era adorable, con sus ojos verdes. Esos ojos verdes inocentes que no cambiaron con los años.
[Como me gustaría volver a verlo y poder recordar su cara, su sonrisa. Pero ahora era demasiado tarde, lo sabia dentro de mi].
De repente una esfera de color verde brillante floto delante de mi, era del tamaño de una canica. Floto unos segundos a mi alrededor para luego sumergirse en el mar y desaparecer. Por un momento estuve a punto de tirarme también, pero sabia dentro de mi que ya la volvería a ver.
Mire a mi alrededor y me fije que el mar estaba mas tranquilo, con mas calma. Pareciera que el viaje estaba tocando a su fin. Por fin sabría a donde se dirigía, seguramente allí sabría contactar a su familia y lo mas importante volver a verlo a él.
Al horizonte una luz dorada se hizo presente, tuve que parpadear para que mis ojos se acostumbraran a ella.
Quería acercarme mas a ella, así que cogi los remos y me puse a remar, estuve horas pero cada esfuerzo que hacia parecía que no servia de nada.
– NO ES JUSTO–Grite a la nada. Mi voz sonaba ronca como si no la hubiera hecho servir en años. – Yo no hice nada malo para estar aquí! Solo quiero volver con mi familia.– Dije pero solo se oía el eco de mis palabras.
[Donde estaba realmente?] . De un momento a otro el destello dorado se hizo tan grande que tuve que taparme los ojos. Cuando porfin pude mirar me di cuenta de que el destello provenía de un gran árbol, no hay suficientes palabras para describir lo hermoso que era. Era tan grande como un edificio y justo en la copa del árbol habían mas de esas lucesitas que había visto antes.
He manaba una luz cálida y dorada, te envolvía en sus brazos como si fuera una madre amorosa; había una pequeña orilla para aparcar la barca. Estaba a unos metros de la orilla cuando pude apreciarlo, era como si un millón de estrellas se hubieran reunido al rededor del árbol para iluminarlo mejor, parecía polvo de hadas.
Era mágico y por alguna razón tranquilizante. La barca porfin se estanco en la orilla, con cuidado Salí de la barca y cuando puse los dos pies fuera de la barca la ropa que llevaba se cambio por un vestido blanco crema, me llegaba por debajo de las rodillas, era hermoso.
Suave,asi se sentia la arena que pisaba.
Un ruido me llamo la atención era como el de una campanilla de cristal sonando, provenía de una de las esferas de la rama mas cercana; esta se descolgó como fruta madura y se acerco volando hacia mi. –Hola– la esfera planeo a mi alrededor para luego parar delante de mi cara– Tu vas a ser mi guía hermosa campanilla?– la esfera parpadeo para luego soltar un polvo. Sonreí. Creo que eso significaba que si. – entonces podrías ser mi guía hacia el final?–
Presentía o mas bien sabia que ya no volvería a ver a mi familia, ni a mis seres queridos, pensé mientras me alejaba de la orilla, sabia que este hermoso paisaje no venia de la tierra, eso estaba segura. Pensé mientras miraba a la estrella brillante delante de mi. Por un momento pare y mire detrás de mi, en aquella barca se podía apreciar una figura de una chica.
Era yo, pero a la vez no; era mi yo terrenal y por una vez en la vida no me asustaba saber que estaba muerta ni que no sabia a donde iba. Sentía una paz que casi nunca sentí.
– Adiós Eire, espero que podáis encontrar la paz que yo tanto siento ahora mismo.– me despedí de lo que una vez fue mi familia en esta vida. Sentí que el peso que e llevado en esta vida se desvanecía al igual que yo.
Con tranquilidad observe mi cuerpo se desvanecía al igual que mi alma.
– A Wilton espero que en la próxima vida pueda volver a conocerte. Te amo mucho Wilton mas de lo que te puedas imaginar.– Y con una sonrisa en la cara porfin puse fin a mi vida.
FIN.
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El arbol de la vida
SpiritualCuando amas a alguien lo suficiente, darias tu vida por ella...