Quiero Seguir Adelante #1 © [En Curso]

CAPÍTULO 3.

Es increíble cómo puede cambiar todo en un segundo.

Todo cambia cuando vuelves a ver a esa persona, cuando no esta frente a ti te crees invencible te convences de que puedes superarle que puedes seguir adelante crees que ya no sientes nada. Te convences a ti misma por no haberlo visto en años y después cuando ya todo está saliendo como quieres esa persona aparece frente a ti y te das cuenta que estabas equivocada que aún sientes mucho por esa persona, vuelves a ser vulnerable, al verle todos los sentimientos llegan de golpe y te invaden los recuerdos que tienes con él, vuelves a verlo solo a él.

Cómo me pasa ahora mismo con Alan, se encontraba detrás de mí, me volví para verle.

—Pareces muy sorprendida de verme, creí que Alya te había dicho que iba a venir.

Entonces Alya si lo sabia, por eso las preguntas, el interés por saber lo que paso y... el mensaje y su actitud extraña.

—No me dijo que vendrías —Tenía que hablar con ella––, así que ya se habían visto antes de aquí.

—Si ya nos encontramos antes.

— Y entonces ¿Porque regresaste? ––Trataba de mostrar que no me estaba afectando su presencia.

—Es mi país recuerdas, mis padres nacieron aquí. Vine a visitar.

—¿Por qué decidiste venir aquí? podías haber ido al pueblo o a otro lugar.

Mi Madre viven en el pueblo ese también es mi hogar o lo fue hasta que decidí irme de casa. Ahí es donde yo y Alan nos conocimos, en la escuela de ese mismo pueblo fue donde le pregunte a Alan si yo le gustaba fue donde murieron los sentimientos que tenia por él, más bien fue donde me obligué a dejar de sentirlos—o al menos algo de eso—no lo quería aceptar pero aun sentia cosas, mas de las que me gustaría tener por él.

––Solo quería ver a Alya fue una muy buena amiga en la escuela y aún lo es, fueron buenos tiempos lo extraño ¿tú no?

No sé por qué me decepcionaba el hecho de que mencionara que quería ver solo a Alya.

¿A caso esperaba que también me quisiera ver a mí?
Era una tonta.

––Si supongo que lo fueron––Trate de que no se notara que me afectaba.

Nos quedamos en silencio ninguno de los dos decía alguna palabra.

––Tengo que volver con los demás—Le sonreí––. Es bueno verte de nuevo, me gusto hablar contigo.

Me di la vuelta dispuesta a ir de regreso con los demás, pero entonces él dijo: —A mi también me gusto volver a verte.

Me quede quieta en ese lugar, quería decirle algo pero no era buena idea.

Cuando fui de vuelta con los demás Diego ya se encontraba allí.

—¿Dónde estabas? Te estuve buscando.