17. Promesa rota

252 59 5
                                    

—Yo no habría perdonado a mi alfa por una infidelidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Yo no habría perdonado a mi alfa por una infidelidad. ¡Eso es humillante! Yo le habría roto el pene y obligado a que se lo comiera.

—Es por eso que no tienes pareja, Godji.

—No tengo pareja porque nadie es lo suficientemente digno para mí —replicó Godji mirando sus uñas con interés.

Jennie suspiró, rodando los ojos mientras observaba a Gun, que ese día había llevado a Chimon a las clases porque no tenía a nadie que pudiera cuidarlo. El bebé, en brazos de Gun, estaba mirando concentradamente un cubo rubik, tratando de girarlo con sus rechonchas manitos, ajeno a todo el mundo en tanto Gun masticaba una manzana.

—No lo he perdonado —contestó Gun distraído.

Godji resopló, levantando la vista.

—Deberías averiguar con quién te engañó —siguió picando Godji—, así le das una paliza.

Jennie golpeó a Godji en la cabeza, sacándole un quejido.

—De verdad, ¿no te cansas de ser mala? —regañó Jennie —. Lo que menos necesita ahora Gun es que no lo apoyemos.

La beta suspiró, negando con la cabeza.

—Es sólo que no puedo entenderlo —respondió Godji—. Una infidelidad... ¿cómo puedes soportarlo?

No, en realidad no lo soportaba.

Varias noches se había sorprendido a sí mismo, mientras Off le hacía el amor con total dedicación y ojos llenos de ternura y cariño, si esa omega de rostro desconocido que Off había besado no sería mejor que él. Si no tenía mejores cualidades más acordes a las necesidades de Off. Si no podía darle ese bebé que Off tanto parecía querer.

Esa mañana había botado al basurero la tercera prueba de embarazo que se hacía desde que Off lo marcó con el mismo triste resultado: negativo.

Gun era fértil, lo sabía, pero sabía también que sus hormonas no estaban en sintonía con las necesidades de su alfa porque estaban más preocupadas de envolver a Chimon para que estuviera bien y feliz. Sólo cuando Chimon fuera más independiente recién podría quedar preñado otra vez, pero para eso todavía faltaba, y no sabía cómo sentirse respecto a aquello.

—¿Estás seguro de que un día no aparecerá esa omega a decir que quedó en cinta? —preguntó sin maldad Godji.

Gun sacudió la cabeza.

—Off dijo que sólo se besaron —murmuró débilmente.

—Y el infierno es sólo un sauna —replicó Godji antes de ganarse otro golpe—. Deberías sacarle celos con Mike. Nuestro pobre profesor te mira como un cachorrito —agregó Godji como si nada.

Gun la miró con reproche, pero antes de poder hacerlo, Chimon se adelantó:

—No guta. Él —miró a Godji con grandes ojos inocentes y la beta no pudo resistirse: a pesar de lucir como una chica despectiva con el mundo, tenía un corazón de oro, y no dudó en tomar a Chimon en brazos.

Kilig - H.A #19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora