໒✦❫⋮ Dudas resueltas

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El tiempo parecía transcurrir con una lentitud agonizante. Los días se hacían más largos, mientras que las noches se sentían eternas en una pesadez poco cómoda. Cada espacio de su casa tanto de su vida misma había perdido aquella calidez que no había sido consiente, y era terrible conocer que esos pequeños detalles marcaron una diferencia de un antes y un después.

Pero él debía seguir adelante, no podía detener su cotidianidad por algo que fue efímero. Tenía un trabajo, una relación, amigos y familia, debía seguir adelante.

—¿Todo en orden, cariño?

La voz de Soyeon lo hizo volver a la realidad. Cita, compras, almuerzo, justo estaban terminando de comer. No podía descuidarla a pesar de su estado de ánimo. Seguir con su vida, eso está presente.

—Sí, todo bien —le sonrió sin muchas ganas.

—Pronto me darán vacaciones, ¿crees que puedas pedir algunas tú? Aunque sea un par de días —comentó Soyeon, mirándolo con ilusión—. Podríamos ir a la playa.

—Estamos en semanas de exámenes, So. No puedo pedir permisos, además de que con mi grupo estoy planificando un corto viaje al templo de Bulguska.

—Ah, pero podría ir contigo.

Namjoon negó. —Iré como un profesor, Soyeon. No te prestaré atención, y sé lo mucho que te aburre todo lo que tenga que ver con mi trabajo.

La mujer apretó sus labios, y luego sonrió, aunque parecía más una mueca. —Está bien.

Estaba siendo un idiota. Soyeon no tenía nada que ver con su terrible estado de ánimo. Estiró su mano por encima de la mesa y tomó la contraria. —Pronto saldremos de vacaciones los dos. No te preocupes.

Aquello pareció ser suficiente para Soyeon, quien sonrió de una forma más real. Conforme con el resultado, Namjoon pidió la cuenta y pagó el precio para luego salir del pequeño restaurante al que habían entrado. El centro comercial no estaba tan lleno, y luego de un día de acompañar a Soyeon a comprarse ropa agradecía ese detalle. Se sentía agotado, quería ya estar en su casa y aprovechar de los pocos momentos en que no tenía trabajo ni exámenes que revisar para poder descansar un poco.

Sintió su mano ser tomada, y la dejó ser, no teniendo ni ganas de apretar el agarre. Estaba exhausto de todo, con un cansancio que calaba hasta su alma. Habían pasado varias semanas desde la partida de Seokjin, y aunque al principio estaba algo renuente con tener noticias del chico, ya con el pasar del tiempo esto había cambiado, sin embargo, nada supo de él. Era como si se había esfumado de la faz de la tierra, y su estadía en su casa había sido solo producto de su imaginación.

—Hey, Namjoon. Estoy hablando contigo.

Giró su cabeza, concentrando su mirada en Soyeon. —¿Sí?

—Tienes la mente en las nubes últimamente —la rubia rodó los ojos—. Desde que ese chico se fue de tu casa estás así. Sé que te sientes horrible porque todo este tiempo se aprovechó de ti, pero ya deja el tema en paz. Se fue, supéralo.

—Seokjin no se aprovechó de mi —dijo de inmediato—. No digas eso.

—Es curioso que aún lo defiendas —rió sin ganas, separando su mano de la de Namjoon—. Muy poco tiempo en tu casa y te sedujo de la mejor manera.

—Soyeon, no hables así de Seokjin. Él nunca se me insinuó ni intentó algo conmigo —frunció el ceño, deteniendo sus pasos y mirando directamente a Soyeon—. Tenía un Alfa, yo mismo lo llevé con él, así que no hables de Seokjin como si lo conocieras.

La mujer le mantuvo la mirada, tan seria sin ninguna expresión alguna. —Mira todo el tiempo que ha pasado, y aún el recuerdo de ese Omega es un incordio en nuestra relación. Te recuerdo que yo soy tu novia, Namjoon, tu pareja de años.

¡𝗔𝗟FA! ៚ 𝗡𝗔𝗠JIN [VN#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora