Pequeñas historias obkk que se me ocurren de la noche a la mañana
No tiene punto de finalización seguirá en proceso hasta que mi cabeza explote de tantos universos
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Dos adolescentes uno con 16 y el otro con 17 años de edad, atrapados en un pequeño armario un poco estrecho para ellos mientras se encontraban en una casa ajena perteneciente a los padres de anko para ser más específicos.
– maldigo totalmente a anko y a asuma por esto.. – muy enojado decía el azabache mientras con una mano se sujetaba de la puerta y con la otra se sujetaba de uno de los estantes que allí se encontraban
– Algo me decía que no debía venir.. – susurró muy aburrido el peli plata mirado a la puerta que se encontraba totalmente cerrada. Evitando hacer cualquier contacto visual con el Uchiha
Sus cuerpos se tocaban. Una de las piernas del Uchiha se encontraba en medio de las piernas del Hatake, sin hacer ningún contacto demasiado grande con su entrepierna, solo la rozaba levemente. La mano que el Uchiha tenía sostenida justamente a unos centímetros de la cabeza de Kakashi sumándose con todo lo demás ayudaba a que se malinterpretara totalmente la situación aparentemente "no deseada"
Habían estado jugando a verdad o reto en la casa de anko debido a que los padres de esta no estaban y la idea de una pijamada no estaba mal según ella. Por eso estaban jugando verdad o reto mientras que la razón por la cual ellos se encontraban encerrados era por el simple hecho de que asuma les había retado a quedarse allí por tiempo indefinido anko había apoyado la idea luego otros la apoyaron – incluida Rin – Óbito pudo sentir la traición en carne propia al igual que Kakashi pero con anko
Al poco tiempo las luces fueron apagadas después de todo ya eran pasado de las de las 11. Ahora la pregunta de aquel dúo encerrado era ¿Como demonios dormían? Aquel armario era muy pequeño y dormir de pie no era una idea aceptable
—Esto es demasiado incómodo— murmuró para si mismo, sonrojado levemente más el otro escucho lo dicho
– opino lo mismo Kakashi...–
El nombrado sintió un escalofrío alrededor de su cuerpo, no muy comúnmente óbito lo llamaba por su nombre al menos de que quiera algo, Algo que desde hace mucho tiempo el mayor no pedía
– Óbito.. No, no estamos en un lugar adecuado – nerviosamente responde a la inexistencia pregunta
– ¿Y..? ¿Cual es el problema? – pregunta óbito mientras que con la mano que anteriormente mantenía sostenida en el estante ahora sostenía la muñeca del Hatake mientras daba pequeños besos alrededor de esta
– O- óbito... – tartamudeo el Hatake manteniendo su mirada fija en los besos que en la muñeca le daban
El azabache lo miró con la penetrante mirada que únicamente le ha mostrado a el Hatake, soltó la muñeca y con esa misma mano bajo el cubre bocas del peli plata para luego acercase y plantear un bonito e intenso beso el Hatake no rechazo aquel beso tan intenso, le siguió el juego
– ah.. – suspiró el peli plata respirando agitado, igualmente el Uchiha
La mano que se encontraba sostenida en la puerta paso a recorrer el dorso cubierto del peli plata hasta llegar a los pezones los cuales comenzó a pellizcar
– ¡Mmg! – cubrió su boca para evitar cualquier gemido ruido.
El Uchiha mientras pellizcaba los pezones del contrario besaba delicadamente su cuello dejando chupetones y mordidas alrededor de este
–Mmg... Ah o-obito...quiero más...¡Ah! – gimió más alto al sentir ligeros movimientos en su entrepierna rápidamente volvió a dirigir sus delicadas manos a su boca
– ¡ Hagan silenció, intento dormir! – les grito anko desde la sala – ¡ Desvergonzados!–
Eso no detuvo a óbito a seguir con lo que hacía...
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