𝐂𝐎𝐋𝐎𝐑 𝐌𝐘 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 ⋕ 𝘀𝘂𝗻𝗸𝗶

16

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Con un suspiro apoyó su cabeza en la pared blanca, cerrando los ojos y pensando en cómo todo le iba horrible. Su madre tenía razón cuando la escuchó de pequeño, llorando sola:

El mundo no tiene color.

Era horrible la forma en la que vivían, ¿Qué habían hecho de mal para recibir aquello? Envidiaba demasiado a las personas que lograban sonreír verdaderamente, que eran felices y que no sufrían como él y su madre.

—Kinnie... —escuchó la dulce voz de su mejor amigo y abrió los ojos para mirarlo. Su semblante preocupado, sentado con las piernas cruzadas en la cama.

Ni-ki lo miró, sonriendo. La presencia del otro lo animaba cada que estaba deprimido.

—¿Hay... Algo que quieras contarme? Sabes que puedes desahogarte conmigo —habló el mayor.

Ni-ki lo pensó un poco, no quería ser una carga para su mejor amigo, pero tampoco quería mentirle. Además de que necesitaba soltar un poco lo que sentía y pensaba.

—Ddeonu, ¿Recuerdas aquel día en el que la maestra me devolvió mi dibujo por no tener color? —preguntó, recibiendo un cabeceo por parte del contrario —pues... Sigo pensando lo mismo: el mundo no tiene color.

Sunoo sintió su pecho oprimirse ante las palabras del otro, claramente le dolía escuchar que se sentía de esa manera y él no podía hacer mucho para ayudarlo.

—Mi corazón está roto desde que entendí porqué mamá lloraba escondida —confesó con las lágrimas queriendo escapar de sus ojos para resbalarse por sus mejillas.

Sunoo volvió a sentir un dolor en el pecho.

—¿Puedo... Puedo volver a colorear tu mundo? —preguntó tímido —no tengo pegamento o cinta para pegar tu corazón... —dijo el mayor.

—¿Y qué vas a hacer entonces? —preguntó el menor, divertido.

Volvió a cerrar los ojos y retuvo el llanto que quería dejarse ver. Pero antes de que alguna lágrima se le escapara, sintió unos suaves labios posarse en su mejilla y dejar un pequeño beso en esa parte. Una sonrisa se hizo ver y su pecho se calentó.

Definitivamente esa era la mejor forma de colorear su mundo.