Capítulo 8 [M]

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N/A: En la playlist de Spotify que les dejé reproduzcan desde "I see red" de Everybody loves and outlaw hasta "Haunted" de Beyoncé y si terminan las canciones vuelvan a repetirlas.

Pov Lisa [⛓️]

—¡¿Qué haces aquí?! —grité al verla ahí parada.

De no ser porque ella había prendido una de las pequeñas lámparas junto a los sillones de la sala hubiera creído que todo era una alucinación.

¡¿Cómo tuvo el descaro de entrar aquí?!

¡¿Cómo pudo entrar aquí?!

—¡Lárgate de mi casa!

Ella empezó a sonreír e hizo la señal de "No" con su dedo

Aggg esta idiota...

Giré los ojos, mis puños se apretaron y estaba a punto de gritarle de nuevo, pero me quedé muda y la mandíbula se me cayó.

Santa María de Dios...

Jennie caminó aún más cerca de mí, sentí cada paso como si la muerte y el pecado estuvieran alcanzándome y es que lo que traía puesto no me ayudó a controlarme.

Jennie portaba un Baby-doll tan pequeño que apenas si cubría sus bragas y sus senos, la tela era en tonos vinos y dorados, en la parte superior tenía encaje a juego y la tela que cubría al abdomen era básicamente transparente por lo que era muy fácil ver su cuerpo de ensueño por debajo de la prenda.

Jennie se había colocado un labial tan rojo que llamó mi atención y el cabello lo traía desatado y caía como cascada por detrás de su espalda.

En conclusión: Jamás en mi vida había visto a un ser tan hermoso y candente como ella.

Jennie podría aparentar ser dulce aunque este lado de ella demuestra qué, cuando quiere se puede volver en la mismísima hija del diablo llenando de tentaciones a todo ser viviente.

Me quise morir cuando mi coño tembló al verla.

"No, no, no. ¡Qué ni se te ocurra mojarte cómo canoa hundida otra vez!" pensé.

—¿Y tu ropa? —pregunté estúpidamente tratando de romper con la tensión sexual que se estaba creando en el aire.

Jennie sonrió y caminó hasta la cantina de la sala contoneando las caderas, agarró uno de los vasos de cristal y una botella del tequila más costoso que teníamos, tomó un par de hielos y se sirvió al gusto.

—La tiré —respondió por fin dando la vuelta y tomando un sorbo del licor frío.

—¿La tiraste?

Asintió y se reclinó en una de las paredes un poco lejos de mí, me observó de pies a cabeza sin disimular y sonrió aún más.

—Me puse esto para ti —respondió tocando el Baby-doll, su mano pasó por uno de los tirantes— ¿Te gusta?

—¡Sí!... Es decir, ¡NO! ¡No me gusta para nada!

¡IMBÉCIL! ¡IMBÉCIL!

La escuché reír divertida y mordió un poco su labio.

¡Qué no haga eso! ¡Joder!

Literalmente esa acción es como un botón para encender la calentura al máximo en mi cuerpo.

"Contrólate Lalisa, tú puedes con esto, no dejes que Jennie gane" me dije a mi misma.

Tomé aire y corregí mi compostura.

Borró Cassette | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora