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La noche llego como una tan anhelada,el rubio estaba feliz tanto encierro lo hacía enloquecer y se desesperaba con frecuencia.

Pero ahora mismo estaba con un gran traje rosa melocotón que seguramente destacaría,en sus hermosos ojos se veía el brillo de la esperanza por recuperar a su esposo calido y amoroso.

Esperada no perderla,solamente tenia que tener paciencia y aguantar un poco mas.

Mientras se ponía un poco de perfume no se percato de las pisadas en la planta de abajo,ni mucho menos cuando la puerta fue abierta,fue hasta que en su cintura sintió unos brazos que lo apretaban.

Se asustó un poco que no dudo en soltar un chillido.

- Lo siento, no te sentí llegar...amor - se le dificultaba profunciar lo ultimo despues de tanto.

- ya lo veo,estas precioso - lo miro de pies a cabeza desde el espejo - pero vamos solo a una cena,no a que te ofrezcas  como presa a esos lobos,ponte algo mas - de nuevo el dolor en su pecho.

Sentía  que con absolutamente nada podía estar conforme,por que si no era la casa era un comentario,el tipo de ropa,el desayuno miles de cosas.

Solto un suspiro mientras miraba a su esposo con una sonrisa,por lo menos no lo había golpeado.

- rápido - los dedos del pelinegro fueron a dar a su cuello donde apretó desde atras el mismo y luego se alejó seguramente para cambiarse.

Pudo haber sido peor pensó Jimin.

Se colocó un traje negro y liso,sin una corbata,era tan común utilizar ese color,sentía el color negro opaco sin brillos como su vida se había vuelto.

Trato de reprimir sus lagrimas y se miro una vez mas al espejo para bajar a la primera planta.

Unos minutos mas tarde bajo su esposo con un traje blanco y una camisa negra haciendo juego,la corbata era color rosa melocotón,aun queriendo apartar la mirada no lo hizo.

Hoy tenia que ser una buena noche.

- asi te  vez mejor y mas precioso - aun cuando lo trataba mal,su corazón seguía sin entender y seguía acelerandose con pequeños halagos.

- tu también te vez muy guapo amor - esta vez no le habia costado,fue sincero desde su corazón y por un momento divago en unos años atras.

Ambos salieron de casa con una sonrisa y se montaron en el auto,aun asi no perdía el brillo el mismo.

La carretera estaba llena de autos,parecían luciérnagas con lo oscuro de la noche y la luna parecia no querer cooperar y hacer la vista gorda.

Le gustaba el aire rozando su carita,su cabello se movía con el viento,Jungkook toco su muslo por encima del pantalón para sonreír,si su cadera no sintiera el dolor de hace unas horas por la mañana donde se quedaron los dedos marcados hubiera regresado la sonrisa y besado,pero solo bajo la mirada.

El camino se mantuvo silencioso,a Jungkook le molestaba el ruido,y Jimin amaba la música.

Cuando llegaron al lugar Jimin pudo apreciar el panorama,era una gran casa quizás el doble de la suya con gente entrando y saliendo de ella donde todos estaban elegantes caminaban con una perfecta postura la elegancia se podía percibir desde los meseros hasta una rosa que decoraba el lugar.

- es muy lindo - mencionó mientras veía la fuente con luces en ella.

- ¿quién? cariño - la voz profunda y gruesa de su esposo corto la admiración,solamente le quedo negar con la cabeza y sonreirle.

- hablaba de la fuente esas luces amarillas la hacen parecer ¿mágica? eh.... - Jungkook lo corto mientras besaba sus labios y tomaba sus manos entrelazadas.

 ♧ durmiendo con el enemigo | kookmin ♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora