·°~|• Extraña Mujer •|~°·

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Anteriormente.

¡Les daría un mejor futuro a sus ciudadanos! La cosa era, ¿Cómo?.

Capitulo 6.

Muy bien, era hora de jerarquizar. Ya habiendo leído un poco memorizo algunos de los problemas, necesitaba una solución a todos ellos.

Reconocimiento internacional. En el último lugar. Su pequeño yo se preocupaba por eso debido a que el no tenía experiencia, antes la mejor manera de conseguir una mejor independencia era conseguir que grandes países te reconocieran cómo un país independiente.
El no lo necesitaba, había firmado su acta de independencia y las tropas españolas abandonaban su territorio. Prácticamente el ya era libre, y sabía ya de antemano que Inglaterra, E.U, Chile y Colombia lo reconocerían, era lo único que necesitaba.
A fin de cuentas dentro de unos años promulgaría la "Doctrina Estrada", donde entre muchas ventajas a la libertad de países débiles, se haría factible que un estado basará su Independencia a partir de revoluciones internas y no solo por el reconocimiento internacional.
Por eso era una preocupación tonta, pero no podía culpar a su pequeño yo, el no sabía que después sería tan chingón.

Educación. Lamentablemente está se encontraba aquí, pero tenía un buena excusa, primero tenía que poner en orden todo. Si impusiera la secretaría de educación pública ahora no tendría dinero para nada más por un buen tiempo, y con las próximas invasiones e inseguridad está caería rápidamente, por lo que no tenía cazo empezar ahora, lo mejor sería comenzar con la globalización del país.

Constitución. Si, era necesaria, y si, en su tiempo el tuvo la mejor Constitución Política de todo el mundo, tanto así que varios países incluso la copiaron, el problema era el siguiente; ¿De que sirve tener una buena Constitución Política si está iba a ser irrumpida? Explico; el país estaba lleno de bandidos, inseguridad por aquí, inseguridad por allá, todo un caos. No tenía sentido comenzar de una desesperada manera la constitución si de todas maneras está no podría ponerse en práctica.

—Puros problemas— murmuro México, mientras releía un párrafo en ese diario el cuál no terminaba de entender.

Si, ¿No? Que lío—.

México volteo así a atrás. Nada. El jardín estaba solo.

« Esa voz. ¡Estoy seguro que oí una voz! »

—Que horror, ya me estoy volviendo loco— se dijo a si mismo en una mueca indescriptible, aún examinando el lugar.

Ay no, ¿Cómo crees?—.

México regreso su mirada al frente rápidamente. Nada
Se levantó de su lugar.
—¡Miren cabrones! ¡Si están jugando juro que los voy a agarrar a chingadazos!— grito. Dicho reclamo iba dirigido a sus hijos, que seguro le estaban jugando una broma.

Uff, que bueno que yo no estoy jugando—.

Quizás está vez fue más rápido, por qué México volteo la cabeza al lugar de donde salía la voz y ahí parada encontró a una mujer de ropas blancas.

—¡Ahhh!— grito espantado —¡¡La llorona!!— instintivamente llevo su mano a un costado intentando desenvainar su espada, el problema es que no traía ninguna espada por lo que rápidamente cambio su posición a una de lucha.

—Oh wow, tranquilo— la mujer alzó los brazos en muestra de rendición. —Yo no soy la llorona, tampoco vengo a hacer daño— hablo entre siseos.

Esto no calmo al tricolor que no paraba de mirarla con gran miedo y desconfianza.
—Lo sabía, sabía que en esta madre habitaban espíritus chocarreros— murmuraba el Omega sin perder de vista a la intrusa.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2023 ⏰

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