capitulo único

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Nadie entendía como Pete, alguien tan amable y carismático había terminado de pareja con alguien tan frío y poco expresivo como lo era Vegas. Pero no dudaban que se veían realmente bien.

Ambos eran tan contrastantes, pues mientras uno disfrutaba de estar rodeado de sus amigos, hacer bromas, siempre estar hablando y tener un gusto demasiado grande por vestir con ropa que solo lo hacían lucir aún más adorable así fuese con una falda o con algún suéter en un tono pastel. El otro era callado, eran pocas las veces que participaba el los chismes de su novio con sus amigos, siempre vestía con atuendos que lo hacian lucir demasiado rudo.

Y lo era, Vegas era conocido por ser alguien explosivo, mientras no lo molestaran el estaba bien, pero si alguien trataba de bromear, hablarle o molestarlo el simplemente reaccionaba de manera agresiva, entonces la primera vez que vieron a la pareja junta nadie podía creer como aquel chico matón era totalmente paciente, amable y cuidadoso cuando Pete estaba a su lado.

El cómo Pete daba pequeños saltitos en su silla mientras le contaba algo a Vegas y como este le miraba con total atención asintiendo en ocasiones, eso quiza para alguien normal no era raro, pero todos sabían que si Vegas estaba haciendo algo, ya sea leer o escribir no debía ser molestado. Pero ahí estaba Pete, bajando con una mano el libro de Vegas para que este le prestara atención a lo que sea que le contaba sin que Vegas se molestara o hiciera alguna mueca de fastidio.

O la vez cuando Pete trataba de abrir una caja que había comprado unos días atrás en una tienda la cual traía varios dulces que quería compartir con sus amigos, pero esta estaba sorpresivamente muy bien sellada, y no pasó mucho tiempo para que Vegas dejara lo que hacía para quitarle la caja a su novio con suavidad para abrirla él mismo y así evitar dos cosas, la primera, que Pete se enojara y dos, que en su desesperación se lastimara por querer abrirla a la fuerza. Una vez abierta la caja Pete le había agradecido a su novio con un rápido y suave beso para después ambos volver a lo que hacian.

Dónde estuviera Pete era totalmente seguro que ahí estaría Vegas cuidando de su novio, aunque algunos sentían que Vegas era algo desinteresado con Pete pues también había ocasiones cuando estaban con sus amigos el menor convivía con todos como era costumbre mientas que Vegas solía mantenerse callado solo observando a los demás, aunque claro, jamás soltaba la cintura de su novio ni este desaprovechaba la oportunidad de estar tan cerca de su novio como era posible.

Aunque lo que muchos no sabían, era que eran tan buena pareja por qué se complementaban de la mejor manera posible, Vegas era demasiado posesivo, le gusta sentir que tiene el control de las cosas, cuidar lo que es suyo sin importar realmente el método que utilice.

Mientras tanto Pete era lo contrario, a Pete le gustaba recibir atención, cosa que Vegas hacia muy bien, pues al ser tan posesivo con él siempre le daba la atención que quería mientras le tomaba de la cintura y le veía como si fuera lo mejor del mundo, y eso le llevaba a otra cosa que le gustaba y eso es sentirse seguro y Vegas se lo daba pues al querer siempre saber todo no había un momento que Pete se sintiera vulnerable.

Quizá aquello llegaba a ser algo cuestionable, podría llegar a catalogarse cómo algo tóxico pero realmente no era así, ambos también tenían sus momentos a solas, convivían con otros sin que el otro estuviera involucrado y sobre todo ambos tenían la comunicación suficiente para saber cuándo estaba exediendose.

Además que ambos eran realmente hormonales, y eso les unía aún más, Pete amaba más que nada incitar a Vegas en los lugares menos convenientes y Vegas realmente no se molestaba en complacerlo. Ambos sabían exactamente que hacer para que al otro no le quedara de otra más que buscar un lugar tan seguro como fuera posible para terminar teniendo sexo.

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