Las noches eran inconmensurables, esperando tu llegada, pero con el pasar del tiempo se fue desvaneciendo tal entusiasmo de aquel sortilegio, decayendo poco a poco al resultado de no extrañarte cada noche como aquel tiempo agónico.
Olvido
Las noches eran inconmensurables, esperando tu llegada, pero con el pasar del tiempo se fue desvaneciendo tal entusiasmo de aquel sortilegio, decayendo poco a poco al resultado de no extrañarte cada noche como aquel tiempo agónico.