Amor Psicológico | Hyunlix

현릭스: 001

—¿Haz visto la nueva temporada de las chicas superpoderosas? —Felix pregunta a su amigo de la infancia Jisung.

—¡Si! Los nuevos villanos son fascinantes-exclama Jisung—. ¿Te parece si vamos hoy al cine?

—Umh tengo que ver si mi madre me deja -dice Felix pensativo—. A qué hora?

—A las ocho, mi madre y yo podemos ir a recogerte hasta tu casa y llevarte de vuelta.

—Bueno le preguntaré a mi mami y te mando mensaje en un rato, si me dejan. Adiós Hannie —Felix se despide de su amigo, dándose la vuelta e ir a la salida.

–¡Maldito Minho! Donde están mis cigarrillos —le grita Hyunjin a Minho.

—Yo que voy a saber, oh mira -se acerca al pelinegro—. Encontré la ubicación de aquellos niños bonitos.

—Dile a los guardias que vallan por ellos hoy mismo —sonríe—. Me voy a follar a ese niño hasta que no pueda caminar en un mes.

—Mierda Hyunjin seguro va ser su primera vez, trátale bien —se burla Minho.

—¡Joder Lee! Ve a hacer lo que te pedí —dice Hyunjin señalando la puerta abierta.

—La película estuvo genial.

—Oh me está llamando mi mamá —dice Jisung revisando su celular—. ¿Bueno?

—Cariño, ¿crees que puedan caminar hasta casa? Tengo mucho trabajo que acabar —dice la madre del castaño del otro lado de la línea.

—Si está bien, ya vamos para haya -habla Jisung en el teléfono—. Lix tendremos que caminar a mi casa.

—Está bien Sung.

Ambos chicos salen del cine y se encuentran caminando por las oscuras calles de la ciudad.

—Esto da mucho miedo —dice el rubio poniéndose el gorro de su sudadera.

—Tranquilo Lix, no pasa nada.

Una camioneta negra, de vidrios polarizados se paró justo a lado de ellos. Dos hombres vestidos de negro, toman por las espaldas a ambos niños poniéndoles un pañuelo con alcohol en la nariz, haciéndolos caer en un profundo sueño...

—Buen trabajo.

—Lleven al rubio a mi habitación —el castaño saca un encendedor y enciende el cigarro entre sus labios.

—Hyunjin lo vas a asustar -dice el de estatura más baja.

—Solo voy a hablar con el —sonríe.

Hyunjin se dirigió hacia su lujosa habitación donde encontró en una esquina de la recámara, al niño sentado en el piso, con sus rodillas en el pecho, sus pequeñas manitas temblando y sus ojos rojos empapados en lágrimas.

—Oh, bebé, ¿estás asustado? —dice acercándose al pequeño.

Felix no dijo ni una palabra. No le salían.

—Tranquilo, no te pasará nada mientras estés aquí —toma la barbilla del niño y levanta delicadamente su cabeza, dejando ver sus hermosos ojitos color miel—. No llores ¿si? —limpia con su dedo pulgar las lagrimas del menor.

—N-no puedo respirar —Felix sentía un inmenso dolor en su pecho, su corazón latía rápidamente y no podía respirar correctamente.

Oh mierda el niño tiene ataques de ansiedad. Pensó Hyunjin.

Hyunjin levantó al niño y lo envolvió entre sus brazos, después de unos segundos sintió unas manitas apretando su camisa.

—Vamos a contar hasta diez ¿Ok?

Hyunjin no era de ayudar a nadie, pero le inquietaba ver al niño así, aparte recordó que el también tuvo esos ataques alguna que otra vez.

-Flashback-

—Mierda Hyunjin! ¡Cuantas veces te he dicho que no me molestes cuando estoy con mis amigas! —la hermana de Hyunjin gritó en la cara del niño de ocho años.

—Yo s-solo te venía a... -su cara fue volteada hacia el lado izquierdo bruscamente debido al fuerte golpe en su mejilla. Yeji le había pegado.

Hay fue cuando el pequeño rompió en llanto, le dolía el golpe, pero más le dolía que su hermana le hubiera pegado. Yeji siempre había sido una muy buena hermana, era muy extraño lo que había sucedido.

El niño salió corriendo de la habitación de su hermana dirigiéndose al cuarto de su madre, la cual había perdido la vida junto a su padre, en accidente automovilístico.

—Mami —sollozó el pequeño Hyunjin—. Mami, ¿por qué me dejaste solo? Regresa por favor.

Hyunjin se sentó en el piso de aquel cuarto abrazando sus piernas. El aire comenzó a faltarle, su pecho dolía y su cabeza retumbaba. Aquel momento se sentía horrible.

-Fin del Flashback-

—Uno —ambos empezaron a contar, hasta llegar al diez. La respiración de Felix se regularizó, y el dolor de pecho se había ido al igual que los rápidos latidos de su corazón.

—G-Gracias —dijo el niño separándose de aquel abrazo.

—¿Tienes hambre? —el menor asintió con la cabeza, mirando directamente al de estatura más alta enfrente suyo.

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Holaa, JAJAJA. No creí que se fuera a hacer viral el video que subi a tiktok. Quiero aclarar que es mi primer historia, entonces todavia no tengo tanta experiencia con esto. En la historia espero que no lloren tanto. Cualquier error o alguna otra cosa me avisann porfaa. Las quiero <3
Dios está muy random la historia.