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contenido adulto
Era la segunda semana de ensayo y básicamente, la última. Ahora solo practicaban y mejoraban la coreografía. Junto a los demás integrantes del grupo habían practicado el último número, el cual era algo más sencillo y corto.—Oye, ¿qué onda con esa parte donde me agacho y acaricias mi mentón? —Mark recordó aquella parte de la coreografía.
Ambos estaban tomando un pequeño descanso, luego de practicar una y otra vez.
—Me pareció divertido —se encogió de hombros.
—Ahora resulta que soy un maldito perro —el moreno rio ante la comparación.
—Si tú lo quieres ver así, está bien.
—¿Por qué mejor no lo haces tú? —preguntó el mayor con un falso enojo.
—Oye, Lee, es mi coreografía, ¿okey?
—Opino que deberíamos probar de las dos formas y ver cuál queda mejor, sería más justo para ambos —al menor no le quedó otra opción más que aceptar.
Ambos se levantaron del suelo y estiraron rápidamente sus piernas.
—Empezamos con la original, lo haremos desde la parte donde te jalo con mi soga invisible, ¿te parece? —preguntó el moreno.
El mayor asintió con una sonrisa.
—Cinco, seis, siete...
Ambos bailaron esa parte, con Mark agachándose y Donghyuck acariciando su mentón, como si fuera un cachorrito —en palabras de Mark, un perro—.
—A ti te sale genial —elogió el menor.
No quería cambiar esa parte de la coreografía, se le hacía muy tierna.
—Calla, Hyuck. Ahora cambiemos posiciones.
Ahora Donghyuck hacía la parte de Mark.
—Cinco, seis, siete... —contó el mayor con una sonrisa.
Cuando el moreno se agachó, Mark acarició su mentón y ambos conectaron sus miradas, y así se quedaron, algo diferente había en la mirada del moreno. El canadiense no quitaba su mano del rostro ajeno.
—¿Lo prefieres así? —preguntó el menor.
Lee respiró con dificultad, había cierta tensión en el aire.
—No creo poder hacerlo.
—¿Por qué? —Donghyuck se levantó, quedando a la misma altura del castaño.
—No lo sé, siempre hay una pequeña cosa que me detiene.
—No lo pienses tanto, Mark —susurró el moreno.
El canadiense soltó todo el aire que tenía retenido en su pecho, y sin pensarlo dos veces, se abalanzó sobre los rojizos labios del moreno, creando un beso brusco y desesperado. Donghyuck al instante le correspondió, de igual forma, llevando sus manos hacia los cabellos castaños de su nuca, se estremeció al sentir las grandes manos del basquetbolista sobre su cintura.
El mayor mordió el labio ajeno, provocando que de estos saliera un quejido, allí fue donde Mark aprovechó para colar su lengua y entrelazarla con la del moreno. Entre tropezones, ambos se dirigieron al baño de la sala.
—Veo que te lo tomaste muy a pecho —bromeó el menor, mientras trataba de recobrar el aliento.
El canadiense rio y bajó sus besos hasta el cuello de Donghyuck, mientras sus manos acariciaban su cintura.
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𝘐 𝘋𝘰𝘯'𝘵 𝘋𝘢𝘯𝘤𝘦 ─ 𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆
Fanfiction𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆 ─── ❝ 𝘕𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘭𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘳𝘢́𝘴 𝘚𝘪 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘭𝘰 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢𝘴. 𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘪𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘥𝘦𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘷𝘦𝘻. ...