Día 5.- Vida doméstica

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🌅Tomorrow 🌌

Abrió sus ojos. ¿de verdad estaba sintiendo los rayos del sol cegándolo? Percibió el exquisito olor de unos panqueques recién hechos. Escuchó unos pasos acercándose, y con pereza se sentó en su cama.

— Oh, Jeonghan, amor, despertaste.

— Yo... tuve un mal sueño, creo. — comentó desconcertado un chico de nívea piel, cubriéndose su rostro con un peluche de conejito.

— Todo está bien.

¿Realmente todo estaría bien? dudó por unos segundos, pero las caricias en su cabeza por parte del otro, lo relajaron.

— Preparé panqueques, ¿quieres venirte a sentar a la cocina o te los traigo hasta la cama? — si había algo que le fascinaba al pelinegro, era que su novio fuera así de detallista y considerado. Sonrió suavemente y se puso de pie, indicándole que iría a la cocina. — ¿Estás seguro? — dijo en tono de preocupación el de piel morena.

— Shua — hizo una pausa el mayor— hoy quiero hacer muchas cosas contigo, ¿puedo?

— Claro que sí mi amor, lo que gustes.

Ambos se dirigieron a la cocina, y se sentaron en su mesita, para comer los panqueques que tanto le gustaban al chico con lunar en la mejilla derecha.

— ¡Le pusiste fresas! ¿Cómo le hiciste? — preguntó emocionado Jeonghan.

— Pues, solo puedo decirte que las conseguí por ahí.

— Gracias... — el rostro del pelinegro se llenó de nostalgia pero de nuevo el roce sutil de su pareja le hizo cambiar de expresión. — Shuji, hoy me toca ayudarte con el quehacer de la casa.

— Claro, no es cómo si la casa fuese tan grande, pero con gusto me puedes ayudar.

Ambos terminaron su desayuno, y Jeonghan fue el primero en levantarse para lavar los trastos, mientras el de cabellos cobrizos recogía la mesa.

Eran solo 4 trastos, pero feliz el de piel pálida los lavaba con enjundia. Al terminar, miró el librero que tenían, así que con un trapo, comenzó a sacudirlo.

— ¿Quieres que yo vaya por la comida del día de hoy?

— Pero yo la cocino, ¿vale?

Joshua se acercó al más delgado y lo abrazó por la espalda, dándole un besito en la nuca.

— Prometo regresar lo más rápido que pueda.

— Con cuidado, por favor.

Jeonghan estrujó con sus delgadas manos los brazos del otro, se volteó y le dio un beso en los labios al otro.

— Te prometo que regresaré en poco tiempo. No te preocupes.

— O-ok.

Joshua salió, dejando a su novio limpiando la sala y acomodando algunas cosas en su recámara. Jeonghan miró que habían flores nuevas en su florero, pero decidió salir al jardín por otras. En este habían girasoles y rosas, pero esta vez, quería un par de girasoles, así que los cortó y los colocó en otro florero. Se veían bastante bonitos adornando su recámara.

Escuchó una puerta abrirse. Corrió rápidamente hacia la entrada, era Joshua. Con su corazón latiendo fuertemente, fue a abrazarlo.

— Llegaste.

— Claro, y no sabes lo que traje.

Jeonghan vio que aparte de dos bolsas, Joshua traía una caja, y de esta se asomaban dos pequeñas orejitas caídas. Era un perrito.

💖✨Flufftober 2022✨💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora