i hate this // luckity

07

-' la escuela me esta follando.

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Sonidos y gritos eran audibles desde fuera de la habitación de puerta roja que yacía en un gran pasillo con más de esas puertas, en eso se pudo escuchar un fino grito proveniente de la habitación ya mencionada.

Dos chicos yacían en un sillón, uno de ellos estana completamente desnudo, este estaba recostado en la suave tela del sillón, manos pasaban por sí cuerpo, estas recorrían cada parte del chico.

La otra persona la cual era un chico de cabellos castaños tenia una mirada penetrante puestas en el menor, observando su cuerpo el cual se encontraba desnudo, miraban como el cuerpo de este se retorcía con cada caricia que recibía.

Su cuerpo temblaba, sus piernas estaban abiertas dejándose totalmente expuesto ante el de ojos carmesí, este lo tocaba, y manejaba sus manos en total libertad sobre su cuerpo, como en siertos puntos este apretaba su piel dejando marca de sus manos en ella.

Luzu no quería esperar más, quería empezar esto de una buena vez, pero sabía que si quisiera que el contrario coperara necesitaba ir un poco despacio, no vaya hacer que después se arrepienta de sus acciones.

Aun quería tener a Quackity con conciencia

Luzu agarro a Q de sus brazos y después de su cadera, así podría cargarlo con más facilidad, lo llevó a la mesa de billar que yacía en la habitación.

L recostó a Q en la gran mesa, las pelota de billar yacían esparcidas de las esquinas de la mesa, así que no molestarian a Quackity.

Q sabía lo que venía, sabía que desde ahora L ya no lo haría esperar más.

El castaño agarro las piernas del azabache, las separo dejando así a la vista todo el cuerpo del contrario, una hermosa para el castaño a su parecer.

L paso sus manos por el abdomen del menor, el castaño decidió acercarse al de cicatriz para susurrarle algo al oído.

' mi pequeño patito, ¿serias tan amable y podrías ponerte en cuatro?.

' Luz-

' hazle caso a tu superior.

' ...

Quackity se coloco en una nueva posición, sus dos manos posicionados en la mesa al igual que su rodillas, esto hacia que la retaguardia de Q quedara a total merced del castaño, lo cual obviamente le encantaba.