Wei Ying aprende lenguaje de señas.

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Jiang Cheng se sentía algo preocupado por el cómo se estaban dando las cosas. Tenía a un nervioso hermano sentado entre su hermana y el, se mordía las uñas y miraba con nerviosismo su celular. Escribía algo, y lo volvía a borrar. Viendo por encima de su hombro pudo notar el nombre del mocoso Lan en la conversación, sin embargo, no se estaban escribiendo mensajes como podía parecer.

Yanli observo a su hermano menor por detrás de la espalda de Wei Ying, al momento de ambos tener contacto visual, se encogieron de hombros al mismo tiempo y trataron de ignorar el terrible ánimo de su hermano.

Llegaron a la casa, el ojigris se hecho al sillón, lamentosos y absurdos suspiros salían de sus labios de vez en cuando, solo que esta vez, quien perdió la paciencia primero no fue Jiang Cheng, si no su madre.

– ¿Que te pasa? Suspiras como si fueses animal en el matadero.

– Cariño...

– Mama tiene razón, ¿Qué te pasa? ¿Tienes una enfermedad terminal? ¿Descubriste el fin del mundo?

-- Jiang Cheng...

-- JieJie, me tuvo horas buscando algo que fuera lo suficientemente lindo para impresionar al tío del Lan, ah, pero que no fuera demasiado mi estilo porque tampoco quería parecer un vejestorio, además, nos presionó a todos para ir a conocer a su novio-no-novio, ¡Y míralo!

Wei Ying formo un dramático puchero en sus labios, primero busco consuelo en los fastidiados ojos de su hermano, y al ver que no planeaba mimarlo, fue directo a quienes si querían.

– Tío, Shijie, Wangji se veía muy lindo, ¿cierto que si?

La primera en palmear su cabeza fue Yanli, quien no se preocupó por ocultar su diversión ante la escena, su tío apoyo ambas palmas en sus hombros y los palmeo suavemente, no muy contento con que el chico estuviera tan prendido del jovencito Lan, sin embargo, nunca le haría mala cara a alguien preciado para el menor.

Aunque tampoco estaba contento con el como se estaban dando las cosas.

– ¿Paso algo hoy, A-Ying?

– No, no paso nada.

– Ese es el problema, ¿no es asi?

– Exacto, tía Yu, no pude confesarme.

– ¿¡Que!?

El coro de voces fue casi imperceptible para el chico, quien seguía agobiado al pensar que tal vez incomodo al Lan. Aun recordaba la cercanía de ambos, así como la hormigueante y gratificante sensación de sostener sus manos, se sentía contento, tal vez fue por eso que estaba a segundos de ser imprudente.

Eso es, tan solo se acababa de salvar de una humillante y pobre confesión.

Su familia observo el progresivo cambio en los gestos del ojigris, para ellos, quienes ya lo conocían, estaba claramente pintado en cada una de sus muecas lo que pensaba, así que cuando el menor recupero su sonrisa y se levantó del sillón donde estaba siendo mimado, nadie se sorprendió.

– Es bueno, gracias por arruinar el momento, ChengCheng, necesito averiguar como confesarme correctamente.

El nombrado se quedó sin palabras ante ese absurdo y casi nada halagador comentario, pero lo dejo pasar cuando su hermana se sujetó de su brazo.

– Ese sujeto está loco, JieJie, debería estar en un manicomio.

– Solo está enamorado, A-Cheng, no puedes entenderlo porque aun no ha sucedido, pero es lindo.

– A-Li, ¿en verdad crees que ese niño y A-Ying comiencen a salir?

– Papa, A-Xian mira a él joven Wangji de la misma forma que tú a mama, es demasiado obvio. Me sorprende que el joven Lan aún no se haya dado cuenta.