CAPÍTULO 1: DESESPERACIÓN

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La luz incrementaba poco a poco, volviéndose cada vez más fuerte hasta tocar mi rostro con calidez. Mis ojos se fueron abriendo lentamente mientras que el sol entrante me cegaba. Una extraña sensación de incomodidad y dolor recorrió mi columna. Era un dolor diferente, un dolor que crecía dentro de mi.
Inconscientemente me senté y comencé a frotarme los ojos. Dí un gran bostezo y abrí los ojos. Moví con lentitud mi cabeza, observando la habitación en la que me encontraba.
Espera...
¿Esta es mi habitación?
No... No lo recuerdo.
Esta no es mi habitación.
¿Qué ...?

Una fuerte punzada llegó a mi cabeza. Si este no es mi cuarto, ¿de quien es? ¿Dónde estoy?
Observé con determinación el entorno. Era un lugar bastante amplio, en la pared frente a mi habían 2 matrículas de auto colgadas y más arriba un reloj.
Los techos estaban totalmente vacíos, no habían lámparas o velas ni ningún objeto que emitiera luz. Tampoco habían ventanas. Pero había luz, luz que no provenía de ningún lugar.

También me di cuenta de que, a pesar de ser un lugar bastante fresco, no habían ventiladores ni aires acondicionados. A mi izquierda se encontraba un closet de madera y abajo de el estaban acomodados varios pares de zapatos. A mi derecha había un mueble con vatios cajones y un calendario.

Me levanté de la cama con cuidado, el suelo era de madera. Caminé con pasos seguros hasta quedar frente al calendario. Lo observé con detenimiento, no tenía ningún texto que determinará el año ni tampoco los meses. Solo había una secuencia de números del 1 al 31, con el número 11 subrayado en rojo.
Me fijé en las paredes, estaban tapizadas de varios símbolos de color verde. No eran símbolos de simple decoración, parecían códigos, los símbolos se repetían en una secuencia coordinada. Parecía más bien, un lenguaje. Como jeroglíficos.

Una briza helada recorrió mis piernas hasta llegar a mi columna. Perdí las fuerzas y caí de rodillas. Una extraña sensación de dejavú invadió mi cuerpo y mente. He estado en este lugar antes, mucho antes, pero... ¿Porqué no puedo recordar cuándo ? Mientras más busco dentro de mis recuerdos, menos encuentro respuestas. Algo muy malo está sucediendo. No puedo recordar nada. No tengo ninguna memoria, no hay absolutamente nada dentro de mi cabeza.
No se quien soy, ni mi nombre ni identidad. De donde vengo, mi nombre, padres o amigos, porque no puedo recordar nada?!
Me levanté apoyándome de las paredes, siento como si me faltara aire en los pulmones, apenas y puedo respirar. Mi cabeza, arde, arde demasiado.
¿Dónde estoy?

Caminé con dificultad hasta la puerta y la abrí lentamente. Asomé mi cabeza para analizar el nuevo entorno. Era un largo pasillo igualmente tapizado con varias fotos familiares colgadas en las paredes y justo abajo de ellas se encontraban varios muebles de roble con múltiples cajones. Estos mismos muebles estaban adornados de vasijas y velas de preciosos metales además de libros con una apariencia bastante antigua.
Salí de la habitación y me adentre al interminable pasillo. Caminaba al principio apoyándome de las paredes pero poco a poco mis piernas iban recobrando sus fuerzas. Me acerque a los muebles y observé las vasijas, debido a su brillo, me vi reflejado en ellas. Increíblemente no recordaba ni mi propio rostro, era la primera vez que me veía.
Tenía un cabello completamente oscuro y mal cortado, con un lado cubriendome parte del ojo izquierdo y del otro lado corto hasta la ceja. Tenía también la nariz algo chueca y con una casi imperceptible cicatriz.
Continué con mi recorrido mientras miraba las pinturas colgadas en la pared. Habían en ellas bastantes retratos de jóvenes de no más de 20 años. Parecían retratos familiares, muchas familias.
Pero hubo una pintura que hizo que me detuviera, una pintura que me heló la sangre. Retrocedí varios paso hacia atrás hasta chocar con la pared. Ahí estaba yo, en un retrato, mirándome fijamente. Y a mi lado, una chica estaba parada, una chica de cabello corto pelirrojo. Y lo que más me perturbó: Un hombre con el rostro cubierto con una tétrica máscara azul con ojos desorbitados, manchada de un líquido rojo amarillento, con un cubrebocas que tenía una extraña sonrisa dibujada.

Perturbado, seguí con mi camino durante varios minutos. Una luz mucho más brillante a la de las velas se alzaba desde el fondo del pasillo. Comencé a caminar más rápido, casi corriendo. Era lo que parecía ser la sala principal. Una gran puerta estaba hasta el fondo. Ignorando por completo mi entorno, corrí hasta llegar ahí. Finalmente, una salida. La puerta estaba enfrente de mi, alcé mi mano y la pose sobre la manija, listo para girarla...

- Hijo, ¿Qué estas haciendo? Ven, es hora de comer.

Mi cuerpo entero quedó paralizado al escuchar esa profunda voz. Era tan profunda que sentía como saliera del mismo aire hasta invadir mi mente. Pero al mismo tiempo, era cálida, nostálgica. Como la voz de un... De un...

Giré lentamente la cabeza, hasta que pude verlo. Era hombre alto, pero encorvado. Usaba un traje de gala, pero estaba descalzo. Tenía las uñas largas y negras, casi putrefactas. Su cabeza estaba cubierta por esa misma máscara de la pintura. Siento como tiembla mi cuerpo.
Era una figura casi inhumana, demasiado extraña como para existir.
¿Quién es él? Aunque, no creo que pueda referirme a esa cosa como un "él".

- Hey, hijo, ¿te encuentras bien?, ¿qué te pasa? Ven, vamos a comer.

El hombre se acercó lentamente hacia mi. Sentí cada uno de sus pasos en mi pecho. Su presencia era tan nostálgica.

Esa cosa extendió su mano la cual olía a mugre. Casi sin pensarlo la tomé y el me guió hasta el comedor.
Caminé junto a "él" hasta llegar a la mesa y me sentó en una de las sillas. Justo frente a mi, estaba sentada la misma chica de la pintura. El mismo cabello corto pelirrojo, los mismos ojos marrones, las mismas pequeñas pecas que cubrían sus mejillas.
Los 2, tanto ella como esa cosa, son los mismos de ese retrato. ¿Quiénes son?, ¿porqué estoy con ellos?
Ella, al verme, esbozó una muy rara sonrisa, parecía más una mueca.

"El hombre cosa" regresó con 2 platos llenos de hot cakes.

- Aquí tienen, mis hijos. Coman

Después de esto, se sentó a lado de la chica.
Por esa maldita máscara no se podía distinguir hacia dónde estaba viendo, pero si lo podía sentir. Era una mirada tan pesada que hacía bajar mi cabeza.

Tanto esa cosa como la chica comenzaron a comer. Observé nerviosamente mi comida, ¿es seguro hacer esto? ¿Me dijo hijo? ¿Soy su hijo? ¿Porqué no lo recuerdo? ¿La comida es segura? ¿Y si es una trampa? Pero ambos comen. Mierda. Sujete con mi tenedor un hot cake y lo acerqué a mi boca, la abrí temblorosamente. Trague saliva. Deseaba con toda mi alma que no sea una trampa. Comí. La chica murmuró algo, pero no pude escuchar lo que ella trataba de decir.

Esos 2 terminaron de comer y minutos después también yo.

- Gracias por la comida, padre- Dijo la chica. Ella volteó a verme y me señaló con su cabeza al hombre

-Igual- Le dije, con la voz temblorosa.

-Veo que ya te encuentras mejor, hijo- Dijo el hombre- . Dejen sus trastos, yo los lavaré esta mañana, ustedes pueden estar tranquilos. Ah y, John, ordena tu cuarto.

John. ¿John? ¿Así me llamó? John. ¿Entonces mi nombre es John? Supongo que no está mal, pero, ¿cómo es que esa cosa sabe mi nombre pero yo no?
Moví la cabeza afirmativamente y me levanté. Con las piernas temblorosas regrese por el mismo pasillo hasta llegar a la habitación donde desperté. Parece que ahora es mi propia habitación. Parece que, este es mi hogar.
No, no lo es. Nada de aquí es mio, yo no pertenezco aquí.
Entré al cuarto y cerré con seguro.

Apoye mi espalda en la pared y me deslicé hasta quedar sentado en el suelo.
¿Qué carajos acaba de suceder? Esa cosa, ese hombre, "él", ¿él me llamó hijo? ¿Porqué? ¿En verdad soy su hijo? ¿Qué es este lugar? ¿Porqué estoy aquí?
¿Porqué? ¿Porqué? ¿Porqué? ¿Porqué? ¿Porqué? ¿PORQUÉ? ¿PORQUÉ? ¿PORQUÉ? ¿PORQUÉ? ¿PORQUÉ? ¿PORQUÉ?

¡Cálmate! Ah, ya cálmate. Ponerse así no solucionará nada. Debía calmarme y concentrarme. Aclarar mi mente.

Me levanté y caminé hacia la cama, en ella estaba asentada una nota: "Bienvenido a Neverland".
¡MIERDA! Más incógnitas. ¿Qué carajos significa eso? Supongo que tendré que investigarlo.

Caminé y recorrí toda la habitación, no estaba para nada desordenada. Ese hombre está loco.
Decidí revisar las cosas, comenzando por el mueble. Abrí los cajones y hurgue entre todas lascosas. Entre ellas, encontré una foto polaroid en la que estoy con el hombre y la chica. Nos veíamos felices.
Al parecer mis sospechas no estaban erradas... soy parte de esta "familia". No tengo idea de quienes son, y no creo que tengan buenas intenciones. Mierda. Debo descansar un momento, estar "tranquilo", como dijo el hombre. Pero no es posible. Con todo esto, no lo es.

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⏰ Última actualización: Oct 06, 2022 ⏰

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