El día a día de los hermanos Wen

El dolor de una perdida

Au Mafia

La noticia de la muerte del primogenito de Wen Ruohan estaba en los encabezados.

El hijo del lider de la mafia había muerto a manos del detective MingJue, para alivio de unos y desgracia de otros.

Entre ellos estaba Wen Chao, el hermano menor del difunto.

Estaba en un bar de mala muerte, bebiendo su peso en vodka, queriendo olvidar el trágico suceso sin tener que derramar lagrimas, el no se consideraba tan débil como para llorar.

En el momento que vio con sus propios ojos la muerte de su hermano, quedo en trance, todo se escucho lejano, desde el llamado de su guardaespaldas hasta la risa del infeliz que le disparo en la frente a Wen Xu.

Llegar a la gran casa no fue lo esperado, su Madre lloró junto a su hermana, el corazón de ellas se había roto por esa triste noticia, su Padre tuvo un infarto que casi le arranco la vida también, de no ser por Zhuiliu, dos muertes habrían ocurrido ese día.

—¡Joder!— Lanzo su vaso a la pared, asustando a los presentes que estaban encerrados sin poder escapar, desde señoritas hasta hombres pandilleros, todos tenían sus manos y piernas atadas, partes del cuerpo golpeadas y las lagrimas recorrían sus rostros —Esto es injusto, ¿Lo sabían?— Volteó a ver a los rehenes, estos miraron con pánico como saco una pistola de su pantalón.

—El era inocente, un puto héroe— Chasqueo sus dedos, uno de sus guardias le dio en la mano unas cuantas balas para cargar el arma —Era doctor, se había salido del negocio porque no quería ensuciar sus manos... lo llame marica en ese entonces.

Su hermano mayor era alguien noble y valiente, se enfrento a su Padre para dejar de lado el negocio familia, le costo muchas cosas pero el siguió sonriendo, incluso si el en su momento lo tacho de cobarde y perdedor.

—Tenía una familia, un gentil esposo... y un hijo— Conocer a Xichen y A-Yuan fue extraño, pero agradeció en silencio que Wen Xu encontrará la felicidad y el amor en esos dos seres —Y lo mataron, ¡MATARON A MI HERMANO!

Todos comenzaron a retorcerse cuando la lluvia de balas lleno los cuerpos de metal, incapaces de defenderse. Wen Chao en cambio no le importo en lo absoluto matar, el era un mafioso con todas las letras.

—Lamentarán el día que hirieron a la familia Wen, buscaré a ese hijo de perra para vengar a mi hermano.

Una sonrisa espeluznante se formo en su boca, con pasos tambaleantes se acercó a uno de los cadáveres para meter la mano en una de las heridas, pinto sus dedos de sangre y escribió un mensaje en la pared —Es suficiente, vuela este lugar.

Salió de aquel establecimiento antes de que una explosión destruyera cada parte de este, aquellas personas que lograron sobrevivir gritaron de horror y dolor, el perfecto escenario que encontraría la policía y ese malnacido de MingJue. Junto a un mensaje que les helaría la sangre.

—"Lamentarás haber matado a mi hermano"