Marian y Leslie eran un poco bobas y no pudieron pasar hasta el final del bus por la acumulación de personas en el centro, pero como yo era un pequeño ratoncito escurridizo lo logré, debido al ruido de la guagua y la gente a mi alrededor no me atreví a gritarles que se acercaran hacia donde yo estaba, entonces sentí que un chico me tocó el hombro, en gesto de llamada, era de mí mismo pre y su intención era cederme el asiento –espíritu de la suerte, aún existen caballeros -, me senté toda emocionada, agradecida, solo para mirar a quien estaba sentado a mi lado y era ese chico – dios tantos lugares que habían -, los dos nos miramos por un momento, abrió su boca como intentando decir algo, fue un poco incómodo y no tenía sentido seguir mirándolo, le hice un guiño de ojos y giré mi cabeza, no tenía intención de hablarle, de reojo vi como su amigo lo alentaba a hablarme y me pareció raro…
Hugo: Perdón por lo del otro día, sucia.
Aún sin mirarlo.
Melissa: Díselo a todos los que se quedaban mirando mi sujetador – digo entre risa y enojo –.
Hugo: Total, no hay nada que ver.
Literalmente me calló, no me salían las palabras, solo podía reírme ante tan cruel y real broma, hasta que recogí mi dignidad:
Melissa: Ya quisieras tener una novia como yo – al instante me arrepentí de decir semejante salvajada-
Hugo: Y que tienes tú que no tengan las demás.
Lo miré a los ojos.
Melissa: Lo sabrías si me conocieras y si lo haces te vas enamorar.
Hugo: He tenido y tengo muchas novias, ninguna lo ha logrado.
Melissa: Mira eso, tienes tantas novias que vas por ahí bañando con agua sucia a desconocidas.
Él no supo hacer nada más que reír.
Hugo: En mi defensa, el agua no estaba sucia, tu sí.
La conversación había dejado su punto, bajé mi cabeza buscando mis audífonos y desvié la mirada, concentrándome en mi música.
Hugo: ¿Me vas a ignorar? – retirando uno de mis audífonos –.
Melissa: Sobrevivirás – le quito el audífono y me levanto porque era mi parada -.
Esa noche llamé a Marian a su casa, no sé porque sentía la necesidad de contarle mi raro encuentro con Hugo, ella estaba pasmada por la frialdad de ese último momento – me paso de la raya jajá -. Entonces sonó mi celular, lo típico, una notificación, pero al ver era un número desconocido y al fijarme en la foto de perfil, era Hugo, de nuevo – ¿Cuando me podré librar de él?, ash – aunque la foto no estaba mal, mostraba un cuerpo perfectamente tonificado, tan atractivo y tan aparentemente hueco.
+53 55683512: Agrégame sucia.
Melissa: ¿No te basta con que te ignorara?.
Hugo: No, me dijeron que me vas a dar inglés a primer turno mañana, bueno, a mi aula.
Melissa: ¿Y por qué tanta pregunta? ¿Interesado por ver mi linda cara o preocupado por si te destruyo a preguntas?, incansable.
Hugo: Toda acción tiene una reacción, no te quejes después si no soy lo que esperas ;)
Entonces recibí otro mensaje de Marian que de un modo gratificante me cortó el hilo, no quería seguir. En cambio continúe mi noche escuchando música y jugando en el teléfono, hacía tanto tiempo que no disfrutaba un día más que estando en la cama. Antes de dormir recibí un mensaje de nuevo - por dios -.
Hugo: ¿Te vas sin despedirte?.
Tenía una facilidad para hacerme perder la paciencia.
Melissa: Buenas noches.
Hugo: Que obediente.
Visto
Y a dormir.
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Melissa
RomanceSiempre que me comprometía con alguien acostumbraba mi vida a su roce diario, me desesperaba si no lo veía y no podía siquiera pensar como volvería a la normalidad sin él, hasta que me di cuenta de que todas las personas que conoces son pasajeras y...