Una cafetería

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Al salir de la escuela acordamos entre algunos compañeros del aula ir para una cafetería que había cerca, me era factible porque tenía hambre y además pienso que es bueno sentarse en compañía para reírse un rato y despejar la mente de la vida escolar, por mala fortuna mis amigas Marian y Leslie no pudieron ir, pero eso no me iba a detener, en el camino me aproveché de la amabilidad de Bruno y lo convencí de cargar mi mochila porque era pesada – pobre – me envicié a la música que escuchaba al mediodía y así continué mientras caminábamos, compartí los audífonos con mi amigo, quien tenía gustos parecidos a los míos, pero no tan buenos ;) escuchar mis más preciadas melodías era al menos un beneficio por ayudarme.

Contándome a mí misma, a Bruno, una chica y 2 chicos más de mi aula, éramos 5. Cuando finalmente llegamos a nuestro destino vimos que la puerta estaba entreabierta, queríamos ir para pasar el tiempo, pero en realidad teníamos mucha hambre, así que Bruno me devolvió mi mochila y entró para averiguar si ya estaban cerrando, mientras tanto yo me estaba retirando los audífonos, al final pudimos entrar porque él convenció a la muchacha.

Las paredes de la cafetería eran de una tonalidad anaranjada, con luces LED amarillentas, que brillaban de un modo tenue, dando la impresión de un lugar acogedor, podíamos encontrar pinturas de artistas callejeros, relacionadas con mariposas, se notaba mucho el empeño que les pusieron y estaban hechas con demasiado perfeccionismo como para clasificarlas de grafitis, simplemente creaban un ambiente agradable, las mesas eran cuadradas, de una confección casi rústica, y con cuatro sillas cada una, claramente, parados ahí, nos encontrábamos con un local prácticamente para nosotros, nos apropiamos de una mesa y colocamos una silla de más, pedimos a la camarera 5 malteadas de diferentes sabores y 6 pizzas, esta última era por si alguien se quedaba con hambre.

Mientras esperábamos a que se hicieran las pizzas conversamos con el fin de conocernos un poco más, la chica que iba con nosotros, Mavis, era de cierta forma mi competencia, porque portaba las mejores notas académicas antes de que yo llegara, instantáneamente sonó un ruido alto que nos asustó un poco y era que la muchacha de la cafetería había puesto música, pero olvidó bajar un poco el volumen, cuando por fin ajustó todo, escogió una canción de reggaetón que nos hizo entrar en ambiente – cabe mencionar que yo escucho todo tipo de música -  y llegaron otros chicos de nuestra escuela cuando cantábamos a todo pulmón: ''Yo no quiero a otra, no, tú eres diferente, si tú fueras una ola, pues, que me lleve la corriente", mientras pronunciábamos esta frase, Bruno y yo nos miramos, casi parecía que nos estábamos seduciendo y a mi desconocimiento estaba siendo captada, Hugo vio todo, yo ni siquiera sabía que estaba ahí, que pena que me viera cantar así, cuando volteé quedé paralizada, no sabía cómo reaccionar, caí sentada de la sorpresa, el chico tenía una cara neutral, como si me estuviera analizando, de pronto sonrió, tomó una silla y la colocó en frente de donde yo estaba sentada, entonces vino la sorpresa del día, Bruno lo saludó y Mavis le dio un abrazo en cuanto lo vio, después supe que ella era su prima, cuando se suavizó el ambiente seguimos cantando, hasta que sonó mi canción favorita ''Joan of Arc" de Little Mix y no pude evitar levantarme para cantar, todos me miraban de una forma divertida, pero Mavis me acompañó en la vergüenza, cuando acabó mi show, me senté como una niña buena en la mesa y esperé por esas pizzas que ya estaban viniendo hacia nosotros, por suerte pedimos una de más, así Hugo también pudo comer.

Tras pagar la cuenta salimos apurados para poder tomar el autobús a tiempo, estaba un poco lleno así que no me pude sentar, pero desde el fondo escuchaba a Bruno llamándome, todo con el fin de darme el asiento, pero me sentía un poco mal al quitarlo de su comodidad, llegando a un punto medio dejé que me cargara, sin doble intención, a medida que se vaciaba el bus y llegaba más gente hacia nosotros se fue la persona que estaba sentada al lado de nosotros y Hugo nos pidió que siguiéramos como estábamos para que él se pudiera sentar, pero no conforme con ello quiso seguir hablando.

Hugo: ¿Qué es de tú vida Bru?  No te veía hace tiempo.
Bruno: El tiempo pasa rápido, no nos veíamos desde que mi hermano se fue.

Resulta que Hugo y el hermano de Bruno eran mejores amigos, pero éste ultimo se fue del país y la última vez que se vieron fue en su fiesta de despedida.

Hugo: Por cierto ¿Ella es tu novia, Bru?

Bruno: No, solo somos amigos.

Hugo: Sí claro, amigos.

Melissa: ¿Sabes que estoy aquí?

Hugo: Sí, sucia.

Melissa: ¿Por qué la pregunta? ¿Te molesta?

Hugo: Para nada.

De pronto recordé y si no lo decía, lo olvidaría.

Melissa: ¿Aún se mantiene la salida del sábado?

Hugo: Claro, debo preguntarle a mi amigo, pero creo que sí.

La culpa recorrió mis venas y es que yo tampoco le había preguntado a Leslie para confirmar. 

Bruno: ¡Heyy! ¿Qué salida? Quiero saber.

Hugo: Puedes ir con nosotros si quieres.

Melissa: Concuerdo.

Así, superficialmente planificamos la salida del sábado.

Horas después, estaba encima de mi cama sin nada que hacer, abrí mi teléfono buscando algo en lo que derrochar los minutos, pensé en preguntarle a Marian acerca de la salida, pero ella había mostrado un claro descontento en mi contacto con Hugo, en su lugar, confirmé con Leslie, sabía que iría.

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⏰ Última actualización: Mar 25 ⏰

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