Destinados a encontrarnos

CAPÍTULO 5

Viajes.

No recuerdo mucho de mi adolescencia, pero sí que amaba viajar. Sobre todo a la playa. Hasta ese día. No volví a salir del pueblo ni ir de vacaciones con mi familia.

—No estoy de acuerdo con que te vayas por ahí sola, Hannah

Salgo de mis pensamientos ante la voz de mamá. Está trabajando en el ordenador.

—No voy sola, mamá. Voy con Austin y Alexa y los demás chicos del grupo. —omito a los chicos de la fiesta.

—Solo acepto porque Austin cuidará de ti. Pero ten cuidado y no hagas muchas tonterías jovencitas

—Okeey — suelto mientras subo las escaleras. Bueno, solo queda preparar las cosas.

Había quedado con Alexa y los chicos que iban a venir a buscarme. Nos llevaría hasta el aeropuerto. Por eso cuando tocan la bocina ya estoy preparada y casi saliendo por la puerta para no hacer la escena de la despedida de mamá.

—Un momento jovencita. Vuelve aquí y dame un abrazo — alza mi madre la voz. Ups. Ya pensaba que me libraba. — No te alejes de Alexa, cuidado con las fiestas, no bebas ni salgas mucho y...

—Ya me enteré mamá, no te preocupes estaré bien y te llamaré todos los días. No me voy para siempre

—Buen viaje, hija.

Salgo por la puerta de entrada y me monto rumbo al aeropuerto

—Hola - saludo.

— ¡¿Estás preparada para pasar las mejores vacaciones de nuestra vida! — grita Alexa — Espero ligarme a alguno de los chicos.

Miro alrededor. Me pregunto dónde estarán los demás.

—Los otros ya están allí. Fueron antes porque no tenían que esperar a una chica que tarda cómo dos horas en salir de casa

— ¡No he tardado tanto! Acabáis de llegar por mi hace unos minutos.

—Claro, claro...

Parqueamos en el aparcamiento y sacamos las maletas. Estoy muy nerviosa. Realmente no conozco a Erik, o al menos no lo recuerdo, pero el a mí sí y eso me deja en desventaja. No sé cuál como de buena era nuestra relación antes.

—¡Hey!

Empiezan a saludar los chicos. Me acerco y le veo. Sus ojos marrones poseen un brillo cuando nos ve. Parece feliz de vernos de nuevo. Los chicos han estado quedando estos días, pero yo no he cogido confianza con ninguno de ellos.

Me acerco a dar dos besos y mi corazón se acelera cuando me acerco a Erik. Huele tan bien. Yo no lo recuerdo, pero al parecer mi cuerpo sí.

—Me alegro de volver a verte, Hannah —mi nombre nunca había sonado mejor en su boca, con su voz ronca y masculina.

—Igualmente - intento que las palabras suenen normales, pero creo que se me notan los nervios

Pasajeros del vuelo con destino a Nueva York embarquen por la puerta 11. Último aviso a los pasajeros del vuelo con destino a Nueva York embarque por la puerta 11

—!Que empiecen las jodidas mejores vacaciones de nuestras vidas ¡— chillan todos y nos dirigimos a nuestro destino.