Capítulo 106

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Pataleaba y traté de golpear todo. Me tomó con mas fuerza y me empujó de la banqueta al callejón, intenté abrir mi boca ya que mordí su mano y la apartó. Grité con todas mis fuerzas por tres segundos hasta que me empujaron contra la pared. Mi rostro ardía cuando me empujaron hacia los ladrillos, sentí un aliento masculino en mi oído.

- Eres una chica mala.- susurró, era Jake.

Volteé mi cabeza y ví su rostro, el restrosedió unos pasos y aproveché, corrí hacia el semaforo en la calle y volví a gritar, los tacones me tiraron al suelo, casi haciendo que se rompiera mi tobillo y entonces sentí las manos de Jake jalarme.

-¡Déjame estúpido enfermo!- le grité pero me jaló con más fuerza.
- No debes asustarte, solo quiero hacer algo contigo.- contestó.

Le dí una cachetada, me sorprendió tomando mis manos haciendome imposible golpearlo más, lo pateé pero seguía esquivandome. Era dificil caminar con sólo un tacón puesto.
Entonces supe qué hacer, me alejé y tomé el otro tacón, golpeé a Jake en el pecho con el tacón mientras el gritaba de dolor, me soltó y se recargó en la pared agarrandose el pecho. Lo golpeé en el rostro con mi tacón y cayó al suelo.
Estaba a punto de atacarlo de nuevo cuando entonces sentí unas manos sobre mis hombros volteándome a ver a alguien, no pude ver nada porque mis lágrimas me lo impedían, solo veía a Jake retorsiéndose de dolor.

- ¡Cálmate _______!- me ordenó alguien.

Volteé a ver un rostro familiar, y me tranquilizé, éra mi hermano Xavier. (Aún lo recuerdan? El que fué a prision)
Estaba en shock, no tenía idea de lo que había pasado con él, ni si quiera me había importado, ahora me arrepiento. Me lancé a él abrazandolo y me abrazó también, lloré más, no quería que se fuera. Había rechazado a todos mis seres queridos por sus errores cuando era mas chica. ¿Cómo pude hacer eso?
Los recuerdos de mi niñez inundaron mi mente.

- Está bien _____, ya pasó pequeña.- dijo el.
- ¡No! No está bien ¿En qué me he convertido?- respondí.

No podía aceptarlo, había herido a Jake, casi lo mato hace un minuto. Aunque, ya había matado a alguien una vez.
Salí del callejón con mi hermano y el sacó su celular. Mis amigas me vieron y corrieron hacia mí, me abrazaron y preguntaron qué había pasado. Mi hermano llamó para pedir ayuda, ellas lo miraron y se quedaron calladas. Sabía que estaban sorprendidas.

- ¿Dónde están los demás?- pregunté. Se miraron entre ellas.
- Bueno, estaban buscando a Nathan... y lo encontraron- dijo Jane.
- ¿Y?- pregunté, se podian escuchar ya las sirenas.
- Estuvo buscando a Jake, y, bueno... lo golpearon.- dijo Fernanda.
- ¡¿Qué?! ¡¿Dónde esta él?!- pregunté.
- ¡Shhh! Nat está bien. Pero la policía no tiene que enterarse que Christian, Thomas y Charlie también pelearon.- continuó Lucy.

Me tranquilicé, entonces estaban bien ¿verdad?
Los minutos pasaron rápidamente, seguía recordando en mi mente a Jake cuando se lo llevaron. Iba camino a mi casa con mis amigas, y mis padres esperaban afuera con los papás de Nathan. Corrieron hacia mí y me abrazaron. Mi hermano entró a casa y charló con mis papás, y mis amigos me acompañaron dentro. Hicieron que me sentara, me prepararon un té y tomaron mi mano.

- Lo sentimos mucho ______. Debimos haberte encontrado.- dijo Jane. Negué con mi cabeza.
- No puedo creer que Jake quería hacerte eso todo este tiempo.- exclamó Lucy. Me quedé callada.

Los rumores eran ciertos, recuerdo hace tiempo cuando estaba en la escuela, aquella chica, Jake y sus amigos la llamaron "perra". Tomé mi té.

- Entonces... ¿lo hizo?- pregunto Fer refiriendose a Jake. Negué con mi cabeza. Suspiraron aliviadas.

Les conté lo que hice, ellas sólo me miraron atentas con los ojos muy abiertos y no dijeron nada.
Una hora después, Nathan regresó, sus padres lo abrazaron y él me miró, le sonreí amablemente pero su mirada se veía triste, mis amigos se fueron después de hablar con la policía, que estaba en mi jardín. Hablé también con ellos y les dí algunos detalles antes de entrar a mi habitación.
Me quité el vestido y me metí a duchar, estaba feliz por un lado, mi hermano Xavier había regresado. Me acosté en mi cama y toqué el collar de diamantes de Austin sobre mi cuello, me levanté lentamente y miré por la ventana, las estrellas brillaban mucho esta noche.

~ Narra Austin ~

Miré las estrellas desde la ventana en el pasillo. Me estaba acostumbrando a esta "Escuela de espionaje" y a sus complicaciones. Estaba a tan solo unas horas de _____. Había pasado tanto tiempo.
Tenía que controlar las ganas de salir corriendo de este lugar, pero sabía que todo sería mas dificil afuera. Sonreí y miré al cielo azul profundo. Necesitaba algo más de tiempo hasta que me graduara como Agente del Gobierno. Me preocupa que Ben ya no esté en el país. Lógicamente estaba asustado y tenía que hacer sus propios planes, qué mal que los policías quienes le dieron el susto, me hubiera gustado hacer eso.
Escuché un sonido y miré a un guardia de seguridad. Mi habitación tenía mas seguridad que cualquier otra en este lugar, tal vez porque me consideraban una "amenaza" para este lugar. Respiré profundo y regresé a mi habitación, saldría de aquí pronto, no me tomará mucho tiempo.

........

Me desperté con el sonido de la nada. Me levanté, me estiré y tendí mi cama. Saqué la fotografía de _____ que estaba debajo de mi almohada, era como una rutina que hacía todas las mañanas.
Recordaba nuestro pasado juntos, se sentía como si hubiesen pasado más de 20 años, cuando ni siquiera habían pasado tres.
Sonreí, me recordaba sentado a un lado de ella en clase, también cuando solía verla dormir por su ventana, salvarla muchas veces, y... besarla. No tenía experiencia con chicas, pero ella era, ella era...

- ¡Mahone! ¡Se te hará tarde! Y no creas que te lo recordaré otra vez.

Blah blah blah, aunque me tardara cinco minutos me lo estarían recordando.
Me dirigí hacia la práctica, el sargento me gritaba desde atrás. Todos soltaron una casi silenciosas risitas cuando entré, supongo que almorzaré luego.
Sentí a alguien entrar detrás de mí al mismo tiempo sentí la calidez de un cuerpo a centimetros de mí, volteé y lo esquivé a tiempo, todos se rieron mientras el sargento avanzaba conmigo.

- Tú serás mi voluntario hoy Mahone...- mencionó él.

Traté de evitarlo, no sabía lo que pasaría. Nunca antes había sido voluntario, entonces me golpeó en la costilla y me sacó del camino.

- ¡Enfrentalo como hombre! Y cuídate de todos.- dijo el sargento.

Entonces, alguien me tomó por detrás, lo golpeé en el menton con mi codo y lo derribé al suelo, el sargento corrió hacia mí.
Me tropecé con el, me levanté rápidamente y enfrenté a todos.

- ¿Quién quiere pelear? ¡Vamos! Estúpidos cobardes.- les grité.

Estaba en verdad enfadado, todos aquí eran terribles. Estúpidos bastardos idiotas, sólo me habían hecho la vida imposible aquí. Intenté calmarme, respiré profundamente, todos me veían inmóviles.
De repente, escuché aplausos, me dí la vuelta y miré a aquél chico, que era amigo de Alan, caminando hacia mí. Me avergoncé por mis inapropiadas palabras.

- ¡Eso es totalmente inaceptable Mahone!- me regañó el sargento. El chico que aplaudia levantó su mano.
- Por favor acompañame a mi oficina.- me dijo el que estaba aplaudiendo.

Lo miré y lo seguí, el sargento me dedicó un rostro de desaprobación. ~¿Ahora qué, idiota?~ dije dentro de mí. Caminé detrás de aquel hombre, hacia la cafetería.

- Toma asiento, por favor. ¿Quieres comer algo?- me ofreció, negué con mi cabeza y sonrió.- En ese caso ambos comeremos.

Se levantó y me trajo café y pan, mientras el se trajo café con una rebanada de pastel de queso. Al parecer el ponía a todos los estudiantes a dieta.

- No sé cual es tu nombre.- exclamé.
- Soy Michael Shay.- contestó. Asentí una vez y tomé un sorbo de mi café. - Dime algo muchacho. ¿De dónde haz aprendido todo eso?- preguntó. ¿Acaso era una broma? -- Nosotros en verdad podríamos usar un hombre como tú en el FBI ¿sabias?- contestó. Lo observé mientras el tomaba de su café.
- ¿Y eso me tomará más tiempo de lo que estoy haciendo ahora?- pregunté. Michael me miró.
- ¿Tienes tanta prisa? - preguntó.- Podríamos asignarte como un espía de alto rango, un detective, maestro de combate, o cualquier otro alto rango.
- Será difícil ganarme su confianza... por mi pasado.- contesté. Me observó detalladamente.
- He escuchado de tí, de todo lo que haz hecho. Te pondré en alguna posisión de las que te mencioné. En verdad necesitamos hombres como tú Mahone.

Miré hacia la nada, sabía que podía hacer todo eso. Pero, ¿Cual era la razón para hacerlo? Simplemente no pude responderle.

ENAMORADA DE UN ASESINO (AUSTIN MAHONE & TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora