Nunca podré ser ella.
Ni siquiera quiero serlo...
Los colores le dan alegría a mi día; a mi vida.
Me diste la más hermosa primavera; llena de margaritas, flores amarillas y silvestres. Fuiste un pedacito de pradera en mi mente y agua corporal, que filtraba energía a mi corazón.
Ahora el otoño ha llegado y no puedo decir más que gracias.
Mi estación favorita traerá paz, calidez, dulzura y nuevos vientos del infinito horizonte a mí.
Es lo que deseo para ti también...
Siempre.
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Tú, mi bicho de amor ©
RomanceSentimientos que se convierten en palabras. Palabras que se transforman en oraciones. Oraciones que se llevan en el alma. Alma mía que se regocija en la tuya.