cherii | r. suna

i

La ganadora
por decisión unánime es...
para la esquina azul
¡Sakura Harukawa!

los gritos no tardaron en llegar, algunas caras sorprendidas y otras desbordaban alegría.
Sakura solo estaba ahí parada aún con sus guantes y con el árbitro levantando su brazo señalando su victoria, su rostro sudaba y su sonrisa demostraba lo satisfecha que estaba de haber ganado, al abrir los ojos, Harukawa vio muchas cosas en un instante, sus amigas estaban tomándole fotos, su rival esa velada se encontraba quitándose los guantes con una expresión inconforme mientras su entrenador le daba algunas palabras de aliento.
su corazón palpitaba y creía que en cualquier instante iba a explotar.
sabía perfectamente que era esa sensación.
la sensación de ganar

Sakura's pov.

la pelirosa corría hacia la escuela, había gastado demasiado tiempo aseandose y cambiándose y tenía apenas el tiempo justo para llegar a ver el partido de volleyball de la escuela.
sus pies se movían casi por inercia y su rostro mostraba la ansiedad que tenía al pensar que no iba a poder llegar a tiempo, sus piernas temblaban y sentía su cuerpo arder dejando a todos detrás como si una carrera de atletismo se tratara.
su celular vibraba, probablemente fuera alguna de sus amigas preguntando por su paradero y si ya iba a llegar a la secundaria inarizaki.
su corazón palpitaba a mil y su pecho subía y bajaba en frente de las puertas del gimnasio donde estaban apunto de presentarse ambas escuelas.
inarizaki contra kumogaki.
abrió suavemente la puerta y sintió todos los ojos en ella como si un foco se colocará encima de ella. Sus mejillas se sonrojaron al sentir tantas miradas encima de ella así que simplemente fue rápidamente a los asientos en busca de sus amigas encontrando a una chica de cabellos negros con orbes del mismo color y la piel tan pálida como un papel.
nombrarla basto para que sus ojos se posaran en ella y su mano se moviera como un gesto de saludo.
Al final de cuentas kaede miyano nunca supo cómo comunicarse fácilmente.
un leve intercambio de palabras entre ambas hizo sonreír a kaede y eso hizo sonreír a Sakura.
A Sakura siempre le había gustado el volleyball, es decir, antes de entrar a inarizaki su escuela era femenina, a todas las chicas les gustaba el volleyball.
pero Sakura, era terrible en ello, no le gustaba que sus antebrazos terminarán con hematomas después del juego además, las chicas de su curso practicaban el deporte desde años atrás por lo tanto ya estaban lo suficientemente avanzadas como para desanimar a la pelirosa en tan siquiera intentar el deporte.
así que aunque le gustará, nunca supo las posiciones, que es un libero o que es dar en línea.
así que ella solo veía como lanzaban el balón y dejaban alma y cuerpo para que el balón no cayera en su lado de la cancha.
por eso y mas le gustaba ver los partidos de volleyball ah y también porque juegan bonito.
lanzan el balón con gracia y golpean con destreza.
así que ahí estaba viendo atentamente como su escuela se organizaba para iniciar partido.
y sin querer en ese momento de nuevo se topo con unos ojos verdes olivo que le parecieron los ojitos más lindos que había visto.
el partido dio inicio con un saque de el número 10 un saque que les dio el primer punto al dar dentro de la cancha en punto ciego.
los ojos de Sakura se iluminaron al ver el salto previo antes de pegarle al balón para después golpear al balón de una forma limpia.
era increíble, ese chico era increíble.
no era la primera vez que lo veía, no sabía ni como se llamaba pero habían cruzado miradas más de una vez en los diez partidos que había ido Harukawa.
<<¡Nice kill rintaro!>>
rintaro, su nombre era rintaro, su corazón empezó a latir al escuchar su nombre, apenas había intercambiado algunas palabras con kita pero era lo que más había intercambiado con el equipo de volleyball.
y ahí, sus ojos volvieron a chocar y el mundo le dio un vuelco de nuevo.

🍒

el partido había llegado a su fin a favor de inarizaki, se dieron la mano y sin más las personas comenzaron a irse.
kaede se puso de pie y tomo la mano de Sakura impulsandola afuera.
las mejillas de kaede se pusieron coloradas como si estuviera pensando como organizar las palabras que estaba apunto de decir.
saco una botella de agua y un bento
─¡Acompañame a darle esto a Osamu, porfavor Sakura!─ los ojos de Sakura se abrieron de par en par ─¿Te gusta Osamu-san?─ coloco una mano en su mentón y arqueo una ceja mostrando una mirada coqueta, su amiga solo se oculto en el gabane que llevaba lo que hizo que Sakura llegara a una conclusión afirmativa.
─¿Que perdemos yendo? Vamos.─ los ojos oscuros de kaede se iluminaron al escuchar la respuesta afirmativa de la chica.
se dirigieron rápidamente hacia el gimnasio donde los chicos terminaban de organizar cuando notaron a ambas chicas las miradas se fijaron en ellas.
kaede se acercó junto a Sakura a osamu quien las veía desde arriba.
"Vaya poste de luz joder" Pensó Sakura mientras lo veía con la cabeza hacia arriba.
─Yo eh...─ kaede estiró sus brazos con el bento y el agua. ─Mi amiga quiere darte esto.─

"¡¿Qué!?"

kaede desapareció como un espectro dejando a la pelirosa en boca de todos quien se encontraba estupefacta, su amiga acababa de decir que había sido ella quien le quería dar el bento y el Agua.
─

Gracias chica, oh espera ¿tu no eres la pelirosa que siempre está en los partidos?─ pregunto osamu mientras la veía a los ojos ─Yo eh, no era yo quien quería darte ese bento, pero ¡si! soy yo la que veo sus partidos!─ hablo la pelirosa mientras la pena la invadía cada vez que pensaba que ahora iban a pensar que era una enamorada de osamu miya.
Sakura sintió la mirada de alguien rápidamente volteó para ver a rintaro verla.
el había visto la escena.
ahora va a pensar que me gusta osamu.
sus mejillas se tornaron aún más rojas mientras su cabeza era un caos por todo lo que estaba pasando.
Sus pies de movieron solos hasta quedar al frente del 10.
─Tu. me gusta mucho como juegas.─ las palabras salieron solas como si no pudiera callar, la adrenalina se terminó y los nervios invadieron el cuerpo de la pelirosa. sin embargo una risa salió de rintaro ─Pues... gracias supongo.─
"joder ahora pensará que soy una rarita, no puede ser"
─Un gusto conocerles, pero me tengo que ir, adiós.─
los pensamientos invadían a Harukawa quien solo dio una sonrisa con sus ojos cerrados y asintió para salir del gimnasio en busca de kaede para decirle unas cuantas cositas.