¿Mi pecado?
Mi pecado fue querer verte sonreír,
Ser el motivo de esa sonrisa.
Fue pensar que podríamos ser felizes aún sabiendo que éramos de mundos distintos.
Pensar que aun si todo estaba en contra...
Podríamos ganar.
¿Mi pecado?
Mi pecado f...
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Aquella tarde llegó una joven diosa a su hogar, con su vestido blanco sucio de abajo hacia arriba.había pasado toda la mañana jugando con los niños de su clan, aunque sabia que tenía que verse como una figura de respeto y sabiduría para ellos, no podía negarse a unas partidas de las trai.
—!Asteria¡, a donde fuiste y porque estas así, tenemos una reunión importante con la deidad Suprema justo ahora—La chica veía de arriba a abajo su atuendo en modo de desaprobación.
—Ya cálmate Elizabeth, solo estoy un poco sucia no creo que nadie se de cuenta—Le resto importancia la de cabellos rubios comenzando a caminar hacia el Salón del trono.
—Esto no es un juego, tienes que darle buena imagen al clan, si no nunca te tomaran encerio.
—No me importa ser reconocida por esas fastidiosas diosas y Ángeles, la mayoría son unos hipócritas diciendo ser los buenos pero en realidad son peores que la mugre—La diosa estaba cansada de que le dijeran que tenía que aparenatar frente a esas serpientes venenosas.
—Eso no importa, son tu clan y los tenemos que apoyar—Intento convencer la mayor.
—Como digas Lizi—Dio por terminada esa discusión al momento de entrar en la Sala.
—Buenos dias niñas—Saludo la enorme mujer a sus dos hijas.
—Buenos días madre—Dijeron al unísono como si de un mantra se tratará.
Las dos eran sus hijas, pero concebidas de maneras diferentes.
—Como sabrán hemos tenido muchos choques con la raza demoniaca—Espero unos segundos para seguir hablando—Han sido muy persistentes, hemos intentado tenerlos a raya pero cada vez es más difícil.
—¿Que sugiere que hagamos?
—Nos han informado que su próximo ataque será en en una aldea sercana, quiero que vayas con los arcángeles y los destruyas.
—¿Y que voy a hacer yo?—Pregunto la joven sin entender que aria.
—Tu estaras en tu alcoba, no tienes permitido salir o ir con tu hermana por no obedecer las reglas y dejar libres a demonios en el último enfrentamiento—Entono con seriedad.
—No es justo, no todos los demonios son iguales, y no todos merecen morir—Rechino molesta la diosa.
—Sea como sea no irás—Afirmo segura.
La joven diosa solo se dio la vuelta molesta directo a su habitación.
—!Aaaaa¡, que molesto, no quiero estar aquí todo el dia—Dijo irritada la de ojos bonitos.
